¿Escuchaste el Rumor? #2

Capítulo 5 [part 1/3]

—Mhg, ¡Eren! ¡M-Más fuerte!

Las estocadas incrementaron la velocidad al son de mis órdenes, arremetiendo contra mi cuerpo y abusando deliciosamente de mi próstata. Por inercia, y gracias al increíble momento, llevé mi cabeza hacia atrás, arqueando un poco la espalda y dejando que mi novio tuviera pase libre para succionar con fuerza mis pezones. Otra maravillosa sensación sí teníamos en cuenta que por segundos se disponía a jugar con ellos paseando de forma traviesa su perforación por el contorno.

Mis manos soltaron las sábanas en las que me estuve aferrando y se fueron instintivamente hacia sus omóplatos, rozando mis uñas inconscientemente cuando sentía que los golpes de su cadera hacían que su caliente virilidad tocara más a fondo. Logrando que ahora no sólo la saliva escurriera por la comisura inferior de mi boca, sino también algunas lágrimas producidas únicamente por el éxtasis.

Eren dejó mi pecho en paz, no sin antes dar una última mordida que provocó que soltara un quejido haciendo que él sonriera ladinamente, acercándose de nueva cuenta a mi rostro para unir nuestros labios en un realmente húmedo pero satisfactorio beso. Todo sin dejar ni un segundo de moverse en mi interior.

Sin embargo, todo lo bueno siempre tenía que terminar. Sólo que ahora no era por obvias razones, sino porque de nueva cuenta el teléfono del idiota comenzó a sonar estridentemente con esa música que me podía los pelos de punta -en el sentido de que era espantosa- y lo peor no era eso, lo era el hecho de que está era la octava vez que lo hacía en todo el rato que llevábamos teniendo esos momentos de intimidad. Para colmo, por más que tratamos de ignorarlo y seguir con lo nuestro, la cosa resultaba realmente imposible. Ya que tanto él como yo sentíamos como sí prácticamente nos estuvieran interrumpiendo a propósito.

—¡M-Mierda!... ¡Contesta esa porquería de una vez antes de que me desgracie!—Grité una vez que rompimos el beso.

Eren, con toda la frustración marcada en cada una de sus facciones al igual que yo, estiró su mano hacia el mueble en donde se encontraba aquel aparato del demonio para tomarlo y observar con algo de odio para nada disimulado la pantalla del mismo.

—Qué desgraciado... —Gruñó con fastidio, deslizando la barra para contestar cuando la llamada volvió a darse.—¡¿QUÉ MIERDA QUIERES COPIA DE BAJO PRESUPUESTO DE PINKIE PIE?! ¡¿ACASO NO SABES QUÉ A DIFERENCIA DE ALGUNOS COMO TÚ, OTROS SÍ TENEMOS EL PRIVILEGIO DE COGER Y EL DE QUERER HACERLO TRANQUILOS?!

Perdonen, pero a pesar de lo molesta que estaba siendo la situación, me fue inevitable no soltar una risa. Más cuando al otro lado de la línea se escuchó -ya que lo había puesto en altavoz- una exclamación de total indignación seguido de un ruido que parecía simular unas arcadas. Cosa que hizo que mi novio frunciera más el ceño sí es que era posible.

—¡Carajo, bro! ¡¿En serio estás cogiendo con Levi ahora?!

—¡Sí! y estoy a punto de correrme por segunda vez. ¿Quieres más detalles?—Vociferó, volviendo a golpear sus caderas contra mi trasero haciendo que tuviera que llevar ambas manos a mi boca para evitar soltar un gemido. Cosa que, obviamente, borró mi sonrisa por completo porque esto ya no era gracioso sino vergonzoso. Aunque tuve que habérmelo olido previamente y más teniendo en cuenta cómo era esté.

—¡Gracias, pero no gracias!—Se echó a reír unos segundos.—Te dejo que continúes hundiendo el titanic ¡Pero antes! Les aviso que dentro de... —Hizo una pequeña pausa. Seguramente viendo la hora.—Dos o tres horas, pasaremos a buscarlos.

—¿Para qué?—Cuestioné, frunciendo el ceño. Olvidándome por completo que mi intención no era hablar.

—¡Ay mierda, sí era cierto!... ¡Hola, enano!— Rodé los ojos, respondiendo aquel saludo con un ligero "Hola, idiota".—Bueno, contestando a tu pregunta, la cosa es que se nos ocurrió salir de campamento a las afueras. Pero no serán muchos días, sólo pasaríamos está noche y mañana volveríamos.