¡UN HUEVO!
Miércoles 30 de
DiciembreEllie POV
Falta un día para finalizar el año, han cambiado el toque de queda hasta las siete, por lo cual, haremos la actividad de fin año en casa de Indiana.
Lili, Darielis y yo, hemos preparado unos presentes para finalizar el año; tuvimos la idea de hacerles un presente a todos, nuestro deseo era hacer algo sencillo, pero especial. ¡Así que se nos ocurrió hacer unas bolsas con chocolates, y escribirle una carta a cada persona!
Fuimos a la tienda y compramos los bombones. Entre Lili y yo escribimos las cartas, yo me encargué de hacer unos lindos sobres, a los cuales le colocamos versículos bíblicos en la parte de afuera. ¡Fue una experiencia única! Nos divertimos mucho mientras escribíamos.
Varias veces recibimos reproches, por causa de nuestra ausencia en casa, ya que estuvimos haciendo los preparativos, por ejemplo; la impresión de los versículos, la investigación sobre dónde vendían los chocolates, si no había en una tienda teníamos que ir a otra, etc.
Durante el trascurso estuvimos a punto de rendirnos y dejar todo, ¡pero decidimos terminar lo que habíamos empezado!
Hemos quedado en que nos encontraríamos con Darielis en la parada del metro, para salir juntas camino a la casa de Indiana para hacer las bolsas.
Como siempre, Lili tardó mucho en prepararse; según tengo entendido, debe realizar ciertas responsabilidades antes de salir.
Por otro lado, tengo un dolor insoportable y estoy luchando todo lo que puedo para no desfallecer.
Ellie: ¡Hey! Tengo un dolor que está acabando conmigo.
Ellie: Literal, yo me estoy muriendo.
Darielis: Yo también tengo el periodo, y voy a ir. Tú Dios es más fuerte que ese dolor, y por consiguiente; tú también.
Lili Annie: ¡Holis!
Lili Annie: Ayy, y yo también voy por el mismo camino.
Horas después Lili y yo íbamos caminando como dos corre caminos, en dirección a la parada del metro.
Darielis: ¿Ya están llegando?
Darielis: Ayyy, no vuelvo a salir con ustedes dos.
Nos subimos al metro y luego de unos minutos, nos encontrábamos bajando las escaleras del metro. Desde arriba lo primero que vimos, fue la mirada de Darielis que parecía estar a punto de disparar rayos laceres, tenía la postura de un militar armado; Lili yo lo pensamos unos segundos, luego nos armamos de valor y nos acercamos a ella.
- ¡Hasta que llegan! – Fue lo único que nos dijo.
Los trasportes estaban tardando en llegar, por lo cual decidimos irnos caminando.
Entre nosotras había una señorita que nos había llevado a aventurar.
- ¡No me digas eso, Lili! ¿Tú no sabes dónde es?
- O sea, no recuerdo bien la entrada. ¡Pero vamos a llegar! Ustedes van a ver que será así.
Y efectivamente, llegamos.
Entramos por la parte trasera, el radio estaba encendido; estaba escuchando a Nataly Fernández. Ella estaba de espaldas barriendo el patio, pensamos en sorprenderla por detrás pero justo en ese momento; ella dio la vuelta.
- ¿Ustedes aquí? Pensé que ya no vendrían. – Dijo sorprendida.
Sinceramente, me hizo tan feliz volver a verla después de tanto tiempo; pensé que este momento nunca llegaría. Ella nos abrazó, y entramos juntas a casa.
Habíamos hecho una parte de las bolsas, Indi nos preparó una batida de banana con pan tostado. Estábamos Lili, Darielis y yo, sentadas en el suelo. El suelo tiene algo que nos encanta, no sabemos qué es, pero nos encanta.
- Indiana, ¿no te diste cuenta? ¡Pusiste un tremendo un huevo! – Exclamó Darielis, mientras reía a carcajadas.
Lili Annie y yo nos miramos confundidas.
- ¿Un huevo? ¿Cómo así? – Indiana parecía estar igual de confundida que nosotras.
- ¡JAJAJAJAJAJA!
- ¡Darielis! ¡Habla!
- Espera... ¡Jajajaja! Ya... ¡Jajajaja! me calmo. – Es que, mira. Si ibas a eliminar WhatsApp, ¿para qué te saliste de los grupos? – Le cuestionó mientras reía aún más.
- ¡Tiene razón! Jajaja. Fue algo... ¿ilógico? – Se unió Lili y Ellie le siguió.
– Jajaja. Mínimo, era por correo que te iban a llegar los mensajes. ¡JAJAJA!– Decía Ellie mientras reía a carcajadas.
Todas rieron por un largo tiempo, finalmente; Indiana habló:
- Mi objetivo, al principio, no era eliminar WhatsApp, pues para mí, el problema eran los grupos... Pero luego me di cuenta de que no. Así que desinstale WhatsApp. ¿Eso era?
-¡JAJAJAJAJA!
Eran alrededor de las ocho, habíamos hecho la mayor parte de las bolsas, pero ahora estábamos asustadas porque nos habíamos corrido charlando y había pasado el horario del toque de queda.
- ¿Quién es que le va a decir a Luis para que las lleve? – Cuestionó Indiana.
Las tres nos miramos, y justo en ese momento, Luis se puso de pie frente a nosotras.
- ¿Están listas, para llevarlas?
Las tres sonreímos con unas miradas cómplices, y a la vez, genuinas.

ESTÁS LEYENDO
SIN FRONTERAS
EspiritualCaminar por senderos con espinas, piedras, agujeros y laberintos, nunca formó parte de nuestros objetivos. Solíamos ser un grupo de ovejas dispersas, sin rumbo, ni dirección. Poco a poco, cada uno, tal cual como a ovejas extraviadas, recibió su lla...