Capítulo 3

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Definitivamente ese no había sido un buen día,abatida salió del campus universitario.

Puso los ojos en blanco cuando vio al chófer estacionado frente a la salida. Salió rápidamente podía jurar que si permanecía un minuto más allí acabaría por volverse loca.

---" Madam..."-- saludo el chófer con una reverencia cuando la vio acercarse.

Asintió con una sonrisilla,ante todo conservaba su buena educación a pesar del mal día que había tenido.

Subió a la elegante limosina mientras que el chófer cerraba la puerta para subirse a su lugar.

Se dirigieron rumbo a su supuesta casa. Una enorme y pomposa propiedad solitaria y sin el calor de un hogar aunque por fuera demostraba todo lo contrario.Asomó su rostro por la ventanilla mientras que se dedicaba a observar la actividad ajetreada de la ciudad que nunca duerme.

Finalmente llegaron a dónde estaba su casa,la calle 57 de la gran manzana,considerada la calle más cara del mundo para vivir según lo que había leído.

Nunca terminaría de acostumbrarse al lujo y a la excentricidad tenía a una docena de sirvientes atentos a sus órdenes,se sentía axfixiada cada vez que una de las mucamas la acompañará asifuese a la cocina o al jardin,tanto así que en ocasiones se escapaba al ático o al otro lado de esa enorme mansión contal de zafarse de sus empleadas.

Para sus adentros agradeció que tuviese que quedarse más tiempo en la universidad debido a su castigo,aunque detestaba a quien iba a ser su compañero por un mes.

Entró a la enorme propiedad,Maite el ama de llaves salió a recibirla era una jovencita mayor que ella,por lo poco que recordaba y sus padres le habían dicho sobre ella era que inmigro de Chile a NYC en busca de una mejor calidad de vida fuera de su país.No recordaba nada de ella porque todo eso sucedió cuando a penas ella era una niña de tres años. Llegó buscando trabajo en casa de sus padres,su madre hizo una obra de caridad con ella, le dió trabajo y así llegó a convirtirse en el ama de llaves de la mansión Hogaza claro luego de poner en orden su estadía como inmigrante en la ciudad,ella se había encargado de darle unas clases particulares de inglés dado que estando en suelo Americano era primordial.

--" Señorita Lucero..."-- Maite prácticamente le arrebato la mochila de las manos para ayudarle a subirla.

--" Solo Lucero,Maite ..."-- no le quedó más remedio que entregarle la mochila.

Le indicó que dentro en una bolsa traía ropa estropeada que tenía que meter en la lavadora,Maite comenzó a vaciar la mochila para ir directo a la lavandería junto con la bolsa de ropa de Lucero.

--" Y mamá...?"-- comenzó a despojarse de su abrigo mientras se dirigía a colocarlo en el pequeño closet que estaba debajo de las escaleras.

--" Jugando canasta con sus amigas en la sala..."-- contesto mientras le ofrecía un vaso de agua a lo cual ella acepto.

--" Quienes están allí...?"--

--" Mrs Jones,mrs Miller..."-- se quedó dubitativa tratando de recordar si acaso había alguien más.

Vaya que suerte la suya,almenos no habia llegado la mayor bruja de todas.

--" Ahh,y Mrs Colunga..."-- dijo recordando a la mejor amiga de la señora Isabel.

--" Era demasiado hermoso para ser cierto,aquella bruja es igual o peor de insoportable que su hijo..."-- susurro mientras se acababa su café.

--" Disculpe...?"-- preguntó el ama de llaves,no había escuchado nada de lo que había dicho.

𝘌𝘓 𝘗𝘓𝘈𝘊𝘌𝘙 𝘋𝘌 𝘖𝘋𝘐𝘈𝘙𝘚𝘌 ® Donde viven las historias. Descúbrelo ahora