¿En que se habían metido? Esa era la pregunta que todos los paladines se preguntaban constantemente. Se metieron en medio de una guerra, ¡una guerra intergaláctica! Y ni siquiera eran unos elegidos desde nacimiento cuyo destino estaba sentenciado como Luke Skywalker, no. Ellos sólo se habían metido donde no debían, habían salido a horas hartas de la noche, habían estado investigando casos de desapariciones, y sí, quizá eso último no ayudaba, pero de ninguna manera ninguno de ellos había querido acabar dentro de una guerra.
Despertar era difícil, era difícil porque estar despierto era un recordatorio de un largo día por delante, de otro día de entrenamiento, de un día de juntas y si su mala suerte hacía presencia, de otro día de guerra. Era difícil porque les faltaba un compañero y su familia y comida que se viera, oliera y supiera buena. Pero era aún más difícil porque todo era oscuridad. Abría los ojos pero solo había oscuridad y la oscuridad le recordaba a la noche cuando se supone que debes de dormir. Lance solo quería dormir. Dormir para siempre y que lo despertaran cuando la guerra hubiera acabado y cuando estuviera a un lado de su familia con el ruido y la luz y olores que tanto extrañaba, dios sabía que lo extrañaba.
Despertaba, despertaba todos los días e iba a ver a Keith, lo veía y hablaba con el luego se enojaba y le reprochaba todo lo que había hecho, le maldecía y luego se disculpaba y decía: "Se que es difícil pero trata de despertar mañana... o hoy, pero pronto por favor." Luego se iba, comía algo y regresaba a dormir. Lance estaba enojado con Keith, estaba furioso, ¡primero lo consolaba, luego lo dejaba y ahora regresaba sólo para sacrificarse! Había llorado y abrazado a Lotor agradeciéndole por haber salvado a Keith. Keith que planeaba morir por todos, por él. Keith que a pesar de no haber muerto se encontraba recuperándose y sin despertar y es que si él no se despertaba ¿por qué el tenía que hacerlo?
Volvió a despertar en la oscuridad, solo había luz falsa por todo el castillo y estaba harto, quería llorar y Lance sintió un nudo formándose en su garganta. Fue al baño y se bañó, se arregló y vistió y salió a desayunar y antes de entrar al comedor escuchó. Había ruido. ¡Ruido de conversaciones! Y Lance pudo haberse hachado a llorar en ese mismo momento porque oh, Lance extrañaba las pláticas. Y al abrir la puerta ahí estaba. Pálido y greñudo y con el toda su aura de fuerza a pesar de haber salido a penas de la cápsula.
Todos estaban ahí, estaban con sonrisas y hablando como si nada hubiera pasado, como si Keith no hubiera tratado de matarse hace unos días y que el mero hecho de que esté aquí vivo sea una coincidencia y suerte y quizá el destino o el universo o quizá por decisión de Dios si es que había uno. Pero ese no era el punto, ¿como podían estar tan normales? ¿Cómo?
Entonces fingió, fingió que estaba bien y se ocultó tras una sonrisa, comió y sonrió como si no pasara nada, sus compañeros se fueron despidiendo y de repente solo quedaron Lance y Keith. Una risita se le escapo, una vez más eran solo ellos dos y la risita se apagó, porque no estaba de humor para reír y de pronto estaba enojado otra vez y quería llorar y empujarlo y gritarle y quería abrazarlo. Quería abrazarlo y tocarlo y ver que realmente estaba aquí, que estaba aquí y estaba bien y que no se iría por lo menos en un tiempo. Dios quería abrazarlo tanto que sentía que podría explotar, solo pensar en hacerlo hacia qué si corazón doliera y sus manos ardieran ansiando el tacto.
—Lance...— Keith había empezado a hablar y el no podía con eso, no quería escucharlo, no podía escuchar alguna excusa pobre sobre porqué estaba correcto haber hecho o intentado hacer lo que hizo.
—No.
—¿No?
—No, Keith, no. No voy a escucharlo. ¿Qué pensabas que estabas haciendo? Dios Keith ñ, ¡estabas a nada de morir! Si no hubiera sido por Lotor no estarías aquí, ni siquiera sé si hubiera habido un cuerpo al que llorarle, ¡¿En que estabas pensando!?
—Lance...— Pero se vio interrumpido de nuevo.
—No Keith, puedes decir lo que quieras sobre que sino todos hubiéramos muerto y sobre como es una guerra y la gente muero pero no lo acepto. Tú no puedes morir, no puedes, no puedes, no puedes.— el llanto hacia que sus palabras no salieran claras y trastabillaba en cada palabra pero no importaba. — No pensaste en que pasaría después; Keith, no puedes morirte. — lo último fue un susurro casi audible y las lágrimas ya no paraban de salir a pesar de limpiárselas cada poco tiempo con frustración.
Keith sintió cómo se rompía y de pronto él también estaba llorando. Era verdad, no había pensado. Él solo quería que estuvieran bien, que todos estuvieran vivos pero no pensó en el después. Sabía que Shiro sufriría pero que saldría de esto, sabía que todos lo harían y sabía que Lance también podría, porque el podría, pero verlo ahí, frente a él, tan roto y triste y mal lo hizo dudar. Estaba mal. Estaba mal y quería arreglarlo, porque quería ver al La ve sonriente, con sonrisas verdaderas y no las fingidas que daba muchas veces, con esas sonrisas pequeñas y penosas que sabía que solo le mostraba él. Lo abrazó.
Lance sintió calor y los brazos flacos y fuertes de Keith. Lloró. Se sentía seguro una vez más y lloró aún más porque extrañaba todo. Lo extrañaba tanto que sentía que dolía, cada toque dolía y quemaba y ardía y volvió a llorar porque estaba aquí. Se separó solo un segundo para tocarle la cara y verlo a los ojos, solo para asegurarse que era real, Keith estaba aquí, a salvo. Y volvió a llorar. Escuchaba a Keith de fondo diciéndole palabras lindas, tranquilizándolo y Dios extrañaba esto.
—No me dejes.— sintió cómo músculos se tensaban y como dejaban un beso en su frente.
Caminaba sin pensar, y ahora estaban en un sillón los dos abrazados, seguía llorando y probablemente lo siguió haciendo hasta que durmió, escuchando la suave voz de Keith y sintiendo como sus manos acariciaban su espalda.
—No me dejes.— Keith volvió a escuchar a Lance murmurar entre sueños y sólo pudo abrazarlo con más fuerza porque no estaba seguro de poder cumplir esa promesa.
N.A.
Bueno jsjsjs hola, ¿cómo están?
Ya sé, ya sé son muchos meses desde que actualice y podría decir que fue por la escuela y demás pero sería mentir y odio mentir.¿Les soy sincera? Empecé a ver One Piece, sí, ese anime de 970 capítulos que sigue en emisión... muy bueno por cierto. Y no, aún no estoy al corriente así que si alguien lo vió, por favor sin spoilers. Entonces sip, llevo casi 800 capítulos vistos y me olvidé por completo de este fic, una disculpa si alguien lo lee y estaba esperando actualización.
Ahora, jsjsjs que les pareció el capítulo, ¿les gustó?
Por otro lado no esperen actualizaciones seguidas porque me faltan 200 capítulos para estar al corriente com One Piece... les diría también que es porque estoy en temporada de exámenes y proyectos pero eso nunca me ha impedido escribir. En fin, vean One Piece si no lo han visto que vale la pena cada uno de sus capítulos, es más, son pocos.Cómo siempre, un beso y un abrazo los quiero mucho <33
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Silence
FanfictionEl más grande sueño de Lance terminó por ser su peor pesadilla. Sí, es es todo.