Capítulo 21.

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POV (TN).

—Tenemos oportunidad de vivir si nos vamos de aquí —dije, los ojos de Natsume mostraban una gran tristeza e inseguridad.

—¿Qué pasará con los demás, con mis abuelos?

—¿Dónde están tus abuelos?

—En casa, seguramente.

—¿Quieres ir por ellos?

Me miró completamente sorprendido, no seré un héroe, pero... no puedo dejar esto, corre por mis venas la necesidad de ayudar.

—Sé que dije que deberíamos abandonar a todos —suspiré —, perdoname, fue imprudente decir eso, no podemos dejarlos aquí, pero tampoco dejaremos a tus abuelos.

—¿Entonces, qué haremos?

Aún seguíamos caminando en grupo, miré por todos lados buscando a Aki, nuestra representante de la clase, la encontré consolando a una de sus amigas.

—¡Aki-san! —llamé corriendo hacia ellas, Natsume me siguió sin soltarme.

—¿Pasa algo?

—Conoces mi casa ¿cierto? —es nuestra única esperanza.

—Oh, sí, ¿por qué?

—Necesito que lleves a todos ahí; hay un cuarto bajo tierra, estaremos seguros.

—Pero... debemos apegarnos a las indicaciones.

—Por favor —busqué en mi mochila y le entregue mi juego de llaves —. Está detrás del estante de la cocina, tomen todo lo que puedan, hay comida y agua.

—El profesor no permitirá esto.

—Por favor, convencelo.

—¿Qué harás...? ¿Por qué me dices esto? —soltó a su amiga y puso sus manos en mis hombros, miró a Natsume y regresó a mí—. ¿No piensan irse verdad?

—Solo... vayan —respondió Natsume.

Comenzamos a correr en la dirección contraria, escuchaba al profesor y Aki gritar para que regresaramos, pero no hay vuelta atrás, debemos ir por los abuelos de Natsume. El piso tembló por un instante, se sintió como un simple mareo, así que después de parar unos segundos seguimos corriendo.

—¡Vamos, ya casi llegamos! —dijo Natsume, con la voz agitada.

Habíamos corrido muchas calles y casi al final, me pregunté ¿cómo vamos a regresar? Teníamos un gran problema, además puede que sus abuelos ya se hayan ido de la casa para un lugar seguro. La ciudad estaba ya casi vacía, algunas personas corrían en todas direcciones presas del pánico y el miedo.

—¡Ya estamos ___(Tn), solo un poco más! —mi mano comenzó a soltarse de Natsume, no hacer ejercicio estaba cobrando factura, ni quiera sentía mis pies.

Llegamos a su casa, tenía una fachada bastante normal, pero era entendible, Natsume vivía solamente con sus abuelos, sus padres trabajan fuera del país, por eso podría irse.

—La camioneta sigue aquí —Natsume suena tranquilo, soltó un suspiro y tocó el timbre, pero no respondió nadie.

—¿Qué pasa? —pregunté tratando de recuperar el aliento.

—No lo sé —siguió tocando el timbre, giró la perilla, pero estaba abierta —. Pero... ¿Dónde están? ¡No pueden desaparecer así!

—Tranquilo —dije —, entremos, revisemos un poco, si no están, deben de haberse ido.

—Sí, tienes razón.

Los rincones de la casa estaban vacíos, no habían latas de comida y agua, los cajones de ropa estaban abiertos. Se han ido, lo que más temía.

El suelo comenzó a temblar de nuevo con más fuerza, corrí a la siguiente habitación para encontrar a Natsume.

—Debemos irnos, Natsu.

—Lo sé, gracias —me sonrió y tomó mi mano de nuevo —. Vámonos de aquí.

No podemos ni plantearnos la idea de quedarnos aquí, esto no es un terremoto, es un ataque. Bajar las escaleras fue más difícil de lo que pensé, ni siquiera podía ver fijamente los escalones, saltamos los últimos dos y comenzamos a correr; ahora sí estaba todo vacío, creo que comienzo a odiar los zapatos escolares.

Una grieta comenzó a abrirse detrás de nosotros, nos miramos y cambiamos de dirección a la derecha, es una mala elección, mi casa queda del otro lado, pero el piso se seguía abriendo para ese lado.

—¡Vamos a tener que rodear esto! —dijo Natsume.

—¡Lo sé! Pero es casi imposible.

Más pronto de lo que esperamos la grieta comenzó a seguirnos, haciendo que los postes de luz y corriente cayeran, los cristales de los locales y casas comenzaron a romperse, causando mucho ruido.

—¡Vamos, vamos! Podemos salir de aquí —Natsume me miró, tenía un templante serio y decidido. Asentí y trate de seguirle el ritmo.

—¡Para la izquierda! —avisé, antes de doblar la esquina. ¿Qué rayos podían hacer dos adolecentes en medio de este caos?

Sin darnos cuenta, casi nos habíamos perdido los edificios de atrás habían caído dejándonos sin escape; doblando una esquina comenzamos a escuchar gritos y llantos, un miedo me invadió y comencé a temblar ¿dónde están los héroes?

—¡Natsume! —le jale el brazo con fuerza que lo desequilibro y caímos los dos al suelo, pero justo delante de nosotros un edificio terminó de derrumbarse, dejando una gran nube de polvo tapando nuestra vista, me solté de él y acuné su cara en mis manos —. ¿Estas bien?

—Lo estoy, gracias —cerró los ojos y suspiró. La grieta se quedó atrás, pero el piso mantenia moviéndose.

—¿Crees qué llegaremos a casa?

—No lo sé —bajó la cabeza, tomó una de mis manos y se puso de pie —. Pero lo intentaremos.

—¿Seguro qué no eres un héroe? —pregunté, sonriendo.

—Puedo ser el tuyo, si quieres.

Buscamos una ruta a seguir, pero solo había una calle que parecía —un poco— segura, pero nuestra visión ya estaba borrosa y era poco seguro caminar por las calles.

Pero... creo que estaré bien con Natsume a mi lado.

No podía esperar JAJAJAJA❣

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No podía esperar JAJAJAJA❣

Lo Siento Y Gracias [Mirio Togata] (✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora