Lo Siento Y Gracias [Mirio Togata] (✔️)

Capítulo 33.

—¡Profesor siento a alguien! —anunció ___(Tn), los estudiantes se tensaron esperando más información.

—¿Es peligroso?

—No... no siento nada peligroso en él. Está a cuatro metros —dijo con seguridad, estaba justo doblando una esquina.

Habían pasado quizá días o unas horas, la verdad ya no le interesaba saber si era de día o de noche, avanzar cuando los peligros fueran menos fuertes era lo primordial, pero llevar a una niña con ellos era lo difícil, saber que estaban en el lugar deseado era lo más reconfortante.

Pensaba que kosei comenzaba a fallar, llevaba noches sin dormír, de todas formas debía de estar alerta a todo tipo de movimiento, Present Mic que la acompañaba en sus desvelos siempre la mandaba a dormir, pero sus manos aún tocaban en suelo provocando que no pudiera dormír, si Mirio estuviera ahí estaría molesto.

—¿Nada peligroso?

—Su calor corporal parece estable, no tiene intenciones malas. Quizá es un héro... ¿Tamaki?

Tamaki la miró con sorpresa, pasó su vista por todos, se quedó ahí de pie, sin moverse. No tenía palabras, estaba tan sorprendido como todos los demás, hasta el profesor parecía en trance.

La chica comenzó a caminar hacia a él, pero la pequeña Eri le había ganado, saltó de los brazos de su protector y corrió hasta colgarse de la capa de Suneater.

—¿Qué haces por aquí? —preguntó ___(Tn).

Decidieron que descansar un poco no era una mala idea, así que buscaron un pequeño refugio en medio de dos edificios casi colapsados, uno impedía el derrumbe del otro, dejando un espacio entre ambos.

—B-bueno, cambiaron mi lugar de patrullaje —aclaró Tamaki con la pequeña aún en brazos.

—¿Tenias el área de Mirio, no?

—Sí, Fatgum decidió que patrullaramos esta zona.

—Es una de las más seguras, no he sentido tantos villanos cerca, parece que más bien rodean la ciudad.

—¿R-rodean? ¿Sabes algo más?

—Debemos de informar a Fatgum también, será mejor esperar a verlo.

—Tienes razón, lo siento, solo que era muy raro que no hayamos encontrado nada peligroso.

—Hablaremos de eso luego.

—Hay un refugio cerca, quise parar antes porque parecen muy cansados —admitió Tamaki bajando la cabeza, Eri le acarició la mejilla en señal de apoyo.

—¡Genial! Podemos quedarnos un poco más aquí e ir.

—Q-quiza haya una sorpresa que te guste.

Tal como habían acordado, dejaron a los estudiantes descansar por un largo rato, como no había ni un peligro rondando algunos aprovecharon la oportunidad para quitarse su traje de héroe y respirar un poco.

Cuando fue hora de seguir avanzando, Present Mic dió la orden, Eri volvía a ocultarse en los brazos de Sasami y el de tercer año que iba delante era remplazado por Tamaki.

—¿C-cómo esta Mirio? —Tamaki decidió comenzar con la conversación, que les escucharan era su mayor miedo.

—No lo sé —la muchacha levantó los hombros y le dió una leve sonrisa.

—¿No lo viste antes de irte?

—No —negó con la cabeza —. La última vez que lo ví fue por la mañana, dormirnos con Eri por ordenes del profesor Aizawa, a la mañana siguiente Mirio comenzó su patrullaje y no regresó.