Lo Siento Y Gracias [Mirio Togata] (✔️)

Capítulo 1.

El peor momento del día estaba llegando, había acabado mis obligaciones, estaba duchada, solo me quedaba algo...llorar.

Por momentos largos lo que más se escucha en esa habitación son mis lamentos, maldiciones, sollozos y gemidos, podía hacer tanto ruido como quisiese en esa casa vacía, mis padres trabajaban y la casa quedaba en total silencio durante horas.

Mi vida es tan lamentable que no se si quiero seguirla, mis padres jamás creen en lo que digo o les da importancia, en el salón de clases no es distinto, mis compañeros no saben ni siquiera mi nombre, entonces ¿por qué sigo aquí?

La música de la habitación estaba tan fuerte que quizá oí a uno de mis vecinos decir que me callara.

Yo...nací sin un quirk, no soy nadie especial, y mucho menos le hago bien a la humanidad, no puedo ayudar, no puedo ser un héroe.

Seque las lágrimas que ya se habían deslizado por mis mejillas, me cambie de ropa, apague la música y salí de la habitación, mis labios estaban resecos, tomé algo de agua, prepare mi mochila, solo llevaba mi celular, cartera y llaves de la casa, aunque no se si regrese.

Mis manos siempre estaban en los bolsillos del suéter y mis ojos solo miraban al suelo, muchas veces he caminado con la cabeza arriba, pero después de unos minutos me arrepiento ¿por qué la levantas? No te sientas tan importante.

Camine bastante tiempo, solo escuche música en todo el camino, llegué a un puente, estaba lejos de la ciudad así que no habían personas ahí, solo estaba yo y el viento soplando levemente sobre mi cara, aunque le tengo pánico a las alturas, me sujete del barandal y miré hacía abajo, es el lugar perfecto, nadie está aquí, nadie lo notará, no podrán detenerme.

-¡Hey!

¿Personas? Pasará de mi, seguramente habla con un amigo.

-¿No crees que estas muy cerca?

Estaba a un lado mío, me hablaba a mi, lo miré, ojos azules, cabello rubio y portaba el uniforme de la UA, un aspirante a héroe. Bajé la cabeza.

-Si, perdona.

Me alejé de ahí, volví a poner mis manos dentro de los bolsillos del suéter y estaba dispuesta a irme.

-¿Estas bien? Pareces preocupada.

¿Estoy bien? No, creo que no, pero no pienso contárselo a una persona que acabó de conocer, vendré otro día, quizá ahora si podre terminar con esto.

-Si, estoy bien -no lo miré de nuevo, le estaba dando la espalda -me iré a casa.

-Con cuidado.

Fue lo último que dijo, caminé lentamente hacia mi casa, no tenía nada más por hacer, así que no tengo prisa, me desvíe para comprar un café caliente, me vendrá bien con este frío.

Ahora que lo pienso, creo haber visto la cara de ese chico en algún lado, pero ¿dónde? Lo intentaré buscar cuando llegue a casa.