-¡Hoy es noche de pijamada!- exclamó Less en cuanto salimos de clases.
Fin de semana ya saben. Buen hasta ahora todo normal, todo a transcurrido normal, muy normal.
-Yo iré a comprar las cosas para esta noche, díganme chicas ¿Quieren algo en especial?-preguntó Anthony, ya que él siempre va por nuestras cosas para la noche de chicas, llamada así por Less.
Recuerdo la vez que Less la bautizo así, el día de su cumpleaños.
-¿Noche de qué?-preguntó Dylan frunciendo el ceño. -Noche de chicas-respondió Less.
Dylan me lanzó una mirada que comprendí de inmediato.
-Es mejor que "noche rosa"-dije mirándola en un gesto de "lo siento"
-Quiero gomitas, un pote de helado sabor menta, una bolsa de chetos picantes, una bolsa de papas, galletas con chispas de chocolate, Nutella, barras de chocolate, Doritos y lo más importante y nunca puede faltar... Coca-cola.
Todos miramos a Dylan y Less entreabrió la boca sorprendida.
-Ah y galletas de oreo-dijo con una sonrisita.
-Claro... -susurró Anthony-¿Annelise?
-Un yogur estaría bien.
Dicho eso se fue por el pasillo principal hasta la puerta que da al estacionamiento.
-Bien, ahora vallan por sus pijamas, yo iré por unas cosillas y nos vemos en mi habitación-dijo Less para luego dirigiese hacía las escaleras.
-Estos dos andan como raritos-dice Dylan mirando a Less subir.
Si supieras Dyl, si supieras.
Hice un gesto de restarle importancia.
-Bien vamos por nuestros pijamas-dije para subir por las mismas escaleras en dirección a nuestra habitación.
Cuando llegamos a nuestra habitación saqué mi pijama de una sola pieza.
En realidad Less nos obligó a comprarlos.
El de Dylan es azul con orejitas de gatito.
El de Less rosa con orejitas de cerdito.
El de Anthony negro con orejitas de dragón.
El mío, gris con orejitas de koala.
Recuerdo cuando los tuvimos que diseñar para que los hicieran.
-De ninguna manera- sentenció Dyl al oír a Less.
-Es solo un pijama-le dijo.
-Es rosa ¡Detesto el rosa!-dijo alzando las manos.
-Está bien, pueden elegir el color que les guste, pero serán de animalitos quieras o no.
Metí algunas cosas en un pequeño bolso y luego salimos de nuestra habitación para dirigirnos a la de Less.
Curiosamente, Less no comparte habitación con nadie.
En cuanto llegamos a su habitación tocamos y segundos después Less abrió con su pijama ya puesto.
Luego de entrar decidimos ponernos los nuestros.
Tony aún no ha llegado, pero antes de que llegué ella tiene algo que contarnos.
Es la hora de la verdad.
-¿Y bien?-pregunté mirándola fijamente.
-¿Y bien qué?-pregunta confundida.
