-¡Sorpresa¡
Serpentinas y papelitos brillosos volaron por el aire cayendo sobre mí.
Visualice a todos los chicos en la sala principal.
-¡Feliz cumpleaños Nini!-dijo Anthony acercándome por un abrazo.
Correspondí él abrazó sonriendo.
-Ya son diecinueve hermanita, no crezcas más-Susurró riendo.
-Ni me lo recuerdes-dije.
Se apartó y luego Less corrió a mí dando un grito y me abrazó.
La abracé de igual manera contagiándome de la emoción.
Dejé un beso en su frente, pero alguien cortó él abrazó.
-Quítese-le dijo Dylan a Less.
Y me abrazó.
-Te estás creciendo mucho-susurró Dylan.
Sonreí.
Vi de reojo a Liam acercarse tímidamente.
-Anneli...
No le deje terminar la frase y lo abracé, el envolvió sus brazos al rededor de mi espalda y me abrazó igual.
-Feliz cumpleaños-dijo.
Nos separamos y Less se acercó otra vez.
-¡Es hora de festejar a la vieja! Digo, cumpleañera-dijo Tony.
Todos reímos.
Puse mi abrigo encima del perchero de la casa y saqué mis botas de nieve dejándolas en un rincón.
Caminé a la sala donde estaban todos.
Con lo primero que mis ojos se toparon fue una mesa en el centro con aperitivos y dulces en pequeños platitos, vasos con postre... Y un pastel en forma de libro.
Fue idea de Dylan seguramente.
Dirigí mi vista a los chicos y les sonreí.
-Ven Ann-Less me hizo una seña con la mano y me senté en uno de los sillones en los que estaban ellos sentados, todos excepto Eidan.
Less me extendió una caja envuelta con un bonito papel rosa brillante.
Lo tomé con una sonrisa y lo abrí.
Dentro de la caja había una camisa holgada con el estampado de pequeñas donitas de diferentes colores.
-Gracias Less.
-Okey ahora habré el mío-dijo Tony entusiasmado.
Tomé la caja envuelta con un papel celeste y lo abrí, dentro había un par de tenis color negros, le sonreí a mi hermano y dejé la caja a un lado.
Después Dylan se acercó y se sentó en el respaldo del sillón y me dio algo en forma cuadrática envuelta.
Me sentí emocionada al ver la forma cuadrática del regalo.
-Espero te guste pase una semana esperando que llegará.
Literalmente arranqué el papel y mis ojos vieron un libro, pero no cualquier libro.
Boulevard.
-Ahora tienes a Pushi en físico y podrás llorarle siempre que lo leas.
-Joder Dylan, te amo-le dije.
-¿Por qué siempre Dylan te da un libro?-preguntó Tony.
-Por qué déjame contarte querido amigo, ella y yo compartimos esposos literarios y el sueño de toda lectora es tener sus libros favoritos en físico-le dijo ella.