Capítulo 28

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Al día siguiente:
Thiago estaba juntando las cosas que habían quedado en la mesa después de que todos desayunaron. El resto de los chicos estaban por toda la casa haciendo otras cosas. En un momento, Paloma se acerca a Thiago

Palo: Thiago, ¿Podemos hablar un segundo?
Thiago: si, obvio. ¿Pasó algo? -dejando de hacer lo que estaba haciendo para prestarle atención
Palo: no... Bueno si -se notaba que estaba un poco nerviosa- Quería hablar con vos porque... Te quiero a presentar a alguien
Thiago: ¿A alguien? -un poco extrañado
Palo: si. Es una persona muy importante para mí. Ustedes me salvaron y me ayudaron mucho. Pensé en la forma de agradecerles, y... -Thiago la interrumpió
Thiago: no, Palo, no nos tenés que agradecer nada. Hicimos lo que cualquiera hubiera hecho. Además, ya sos parte de esta resistencia
Palo: ya sé, gracias. Pero lo que te quería decir es que últimamente los estoy viendo un poco decaídos, especialmente a vos. Por eso pensé en llevarte a qué conozcas a esta persona de la que te estoy hablando, yo sé que te va a hacer bien
Thiago: ¿A mí? ¿Estás segura?
Palo: si. Vos solo podes ir -Palo se dió cuenta de que Thiago tenía un poco de desconfianza, así que le dijo:- Confía en mi, Thiago. Nos conocemos hace poco pero sabés que esto no es una trampa ni nada, yo nunca les haría eso
Thiago: obvio que no, pasa que... -Palo puso una cara tierna y lo convenció:- Bueno, está bien -le respondió con una sonrisa
Palo: ¡Bieen! -festejó
Thiago: Chicos, yo... -le quiso avisar a los demás que se iba a ir, pero cada uno estaba en su mundo y no lo escucharon:- Bueno, ya fue. ¿Vamos? -le preguntó a Palo
Palo: si -ambos salieron de la guarida en dirección a una parte del bosque.

Mientras, en el NE:
Hace unos días que Luz no iba a la mansión, más exactamente desde que Paz y Camilo se habían ido a Eudamón. Desde ese día tenía mucho trabajo, por lo que vivía en la oficina de gobierno. Aunque ella estaba ocupada, no se olvidaba de que Mar se había desmayado por el reseteo y la habían tenido que reprogramar, así que apenas pudo se dirigió al NE para averiguar ella misma que es lo que desencadenó ese fallo.
Apenas llegó, se dirigió al lugar donde estaban las habitaciones y golpeó la puerta de la de las chicas.

Unos minutos antes:
Mar: ¿Cómo me queda este vestido? -Le preguntó a Kika. Las dos estaban solas en la pieza, ya que Hopy se había ido temprano
Kika: hermoso. ¿Y a mí está remera? -mostrándole la prenda
Mar: también, te queda re lindo
Kika: gracias. -le contesto con una sonrisa
Mar: ¿Te pasa algo?
Kika: no, ¿Por?
Mar: porque estás muy feliz, no sé... ¿Pasó algo que no me querés contar?
Kika: no, nada que ver. Sos mi mejor amiga, si hubiera pasado algo ya te lo hubiera contado
Mar: si, es verdad. ¿Pero estás segura de que no te pasa nada? Osea, está bien que estés tan feliz, pero me parece un poco raro... ¿Conociste a alguien?
Kika: no, pero es como si sí
Mar: no entiendo
Kika: pasa que... No, mejor no te cuento porque no me vas a creer
Mar: ¿Qué? ¿Por qué no?

Kika: porque no. -Para cambiar de tema, se acercó a su ropero y agarró dos pares de zapatos. Unos rojos y unos blancos- ¿Me ayudas a elegir? Me encantan estos zapatos rojos porque son como fuego, como pasión... -apenas dijo eso, se le vino a la cabeza una imágen. Era un flashback, pero ella no lo sabía.

Flashback, comienzo:
Rama: ¡AHH! Kika, ¡¿Qué es esto?! ¡Arde! -al sentir en su boca lo que Kika le dio
Kika: si, arde. Es rojo. El rojo arde. Como el fuego, como el amor.
Flashback, final.

Kika: ¿Qué te estaba diciendo? -un poco perdida por el recuerdo- ah, cierto. Me encanta este par pero siento que desentonan con mi ropa. Por eso también traje como opción estos blancos -se le vino otro recuerdo a la mente

Casi Ángeles 4: Resistiendo diferenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora