Casi Ángeles 4: Resistiendo diferente

Capítulo 44

"Te entregué mí corazón
escrito en una canción
y me dijiste no es el momento..."

Thiago: ¿Eso es música? —preguntó confundido a sus amigos.

"El sueño no se cumplió,
pero tampoco acabó,
dejemos que lo decida el tiempo..."

Rama: Sí... Y esas voces...

"No quise decir 'adiós',
quise seguir junto a ti,
aunque no es fácil guardar silencio..."

Jaz: ¡Son Mar y Vale! —Fue la primera en reconocerlas.

"Por eso no me alejé,
a tu lado me quedé,
y ahora debo pagar el precio..."

Rama: Es verdad —exclamó sonriente.
Jaz: ¡Vamos a buscarlas! —hizo el amague de ir hacia donde sonaba la música, pero Thiago la detuvo.
Thiago: Pará, Jaz. No nos podemos arriesgar. Tenemos que ir con cuidado, es nuestra única oportunidad.

La gitana, a su pesar, tuvo que hacerle caso, y los tres siguieron caminando hasta acercarse aún más al colegio.

A la vez, Tefy, Mel, Palo, Nina, Johnny y Gonzalo, quienes ya habían terminado con las distracciones, se acercaron al muro y se escondieron entre las plantas. Ninguno sabía lo que podía suceder adentro de esas paredes, por lo que habían decidido que ellos se quedarían cerca por si los necesitaban.

Tefy: Chicos, ¿me copan? —les preguntó mediante un handy.
Thiago: Sí, Tefy. ¿Están todos?
Tefy: Sí.
Mel: ¿Qué hay adentro, Thiago? ¿Encontraron a alguno de los chicos?
Thiago: El lugar es muy raro. Hay casas, calles, autos, gente... Parece una ciudad común, no hay señales de una cárcel, ni nada parecido. Y a los chicos todavía no los vimos... pero los escuchamos. A Mar y a Vale, en realidad.
Johny: ¿Cómo que las escucharon?
Jaz: Las escuchamos cantar. Era una canción que no conocemos, pero estamos seguros de que eran ellas.
Rama: ¿Y ustedes? ¿Cómo salió todo?
Gonzalo: Bien. Ahora estamos en el lugar donde acordamos, frente al portón.
Thiago: Bueno, nosotros estamos a una cuadra de lo que era el Mandalay, así que nos vamos a dividir para entrar. Deséenos suerte.
Mel: Mucha suerte, chicos. Va a salir todo bien.
Rama: Ojalá que sí.

Cortaron la comunicación, y Thiago les habló a Rama y a Jaz.
Thiago: Ustedes entren por acá, yo voy a dar la vuelta. Por favor, vayan con cuidado.
Jaz: Vos también, Thiago.

Jazmín y Thiago se abrazaron rápidamente, y luego Rama y él hicieron lo mismo. Apenas se separaron, un trueno sonó y los hizo mirar el cielo. En cualquier momento se largaría una tormenta, por lo que no perdieron tiempo y cada uno fue por el lado que le correspondía.

Simultáneamente, dentro del NE, Nacho trataba de llevar todas las cosas del evento al interior del edificio. En cualquier momento llovería, y él temía que eso arruinara lo que tanto le costó armar. Sin embargo, con ayuda de León, estaba logrando cumplir su objetivo en menos tiempo del esperado, por lo que se relajó un poco.
Por otro lado, cuando Mar y Vale terminaron de cantar, se quedaron unos minutos charlando: La rubia le pudo contar a su amiga todos los detalles del paseo que había dado con Simón, ella le dio su opinión, y luego se quejaron de los malos tratos de Nacho.

Al mismo tiempo, Jazmín y Rama avanzaban camuflados hacia la escuela.
Jaz: No entiendo nada... Hay música, comida, gente feliz...
Rama: Yo tampoco entiendo, pero ya sabemos que Mar y Vale están por acá, capaz los demás también. Si encontramos aunque sea a uno de los chicos, nos van a explicar lo que está pasando.