𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞 benjamin wadsworth

01. Tienda de funkos

Chapter 1

Salí de casa para ir a la librería que se encuentra a unas calles de mi nueva casa y al cerrar la puerta apareció Louis dándome un susto causando que le de un golpe sin querer.

— Louis, perdón —le dije mientras él se acariciaba la mejilla.

— No pasa nada —contestó— ¿cómo estás princesa? —besó mi mejilla.

— Bien, ¿tú cómo estás? Yo iré a la librería, ¿quieres acompañarme?

— Bien gracias, aún sigo sin creerme que ya vivamos a solo unas calles de distancia y no a miles de kilómetros.

— Lo se, yo tampoco, todo es tan nuevo para mi.

— Te va a gustar Los Ángeles, especialmente a Blair, aunque no se compara mucho con Londres, en fin, te acompañé a la biblioteca solo si hacemos una pequeña parada antes —tomó mi mano con una sonrisa de niño pequeño cuando quiere algo y solo le sonreí.

— Bien, ¿de qué se trata tú parada? —pregunté.

— Es una sorpresa, pero créeme que te gustará —me llevó hasta el carro, ambos nos subimos para seguido Louis dar inicio al viaje.

— ¿Me quieres secuestrar? —pregunté en forma burlona.

— Puede ser —bromeó.

— Espero si sea una broma —dije para mi misma y me acomodé en el asiento.

Louis encendió la radio para crear un ambiente más agradable, charlamos un buen rato hasta que media hora después se detuvo justo en frente de una tienda enorme de Funkos del tamaño de una persona real.

— Wow —musité.

Nos bajamos del auto y con nuestra mano entrelazada entramos a la tienda.

— ¡Esto es tan asombroso! —dije sin dejar de admirar toda la tienda solo con la mirada.

— Lo se, investigué mucho sobre esta tienda y puedes hacer tu propio funko pop —sonreí ante su comentario— y ahora que ya pasaremos mas tiempo juntos podemos crear uno.

— Esa idea me parece maravillosa —respondí.

Un chico que trabajaba en la tienda se acercó a darnos algo de información sobre la manera en que puedes crear tu propio muñeco.

— Puede ser tanto individual como en pareja y aquí les enseñaré un ejemplo de hace una semana —lo seguimos a un estante donde habían dos pequeños muñecos tomados de la mano.

— Ese me gusta —dijo Louis señalando la figura y solo asentí para el chico.

— Bien, síganme por acá para empezar con el proceso —empezó a caminar así que lo seguimos.

Habían bastantes figuras de distintos tonos y poses, la verdad yo no veía los colores así que todo se me hacía más complicado debido a eso. Les diré un poco sobre esto, todos nacemos viendo blanco y negro hasta el punto donde conocemos a nuestra alma gemela y desde ese momento empezamos a ver todo de color y mucha gente de mi edad ya la ha conocido, pero yo no. Al igual que Louis tampoco los ha visto dando a entender que el y yo no somos almas gemelas pero acordamos que las conozcamos a no, nosotros seguiremos teniendo esta bonita relación.

Para simplificar la importancia de ver los colores es que en muchos trabajos ya te piden ver los colores para poder trabajar ahí ya que al no saber qué colores escoges puedes crear un completo desastre, afortunadamente yo recién terminé mi carrera y apenas estoy viendo que me gustaría hacer.