𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞 benjamin wadsworth

25. Segunda Navidad

Desperté y lo primero que veo al abrir los ojos es el techo... de la sala. ¿Qué hago yo aquí? Me giré y pude ver a Benjamín debajo de mi.

— ¿Qué demon-

Mi cabeza comenzó a dar punzadas y recordé lo que pasó anoche. Blair nos presentó a su novio, Chuck. Los cinco estuvimos bebiendo mientras platicábamos, pero todos nos pasamos de copas cuando empezamos a jugar yo nunca, fue muy divertido... hasta que me quedé dormida en el pecho de Benjamín.

— No te vayas —musitó Benjamín y sentí presión en mi cintura, aferrándome más a él.

— Tenemos que apresurarnos, tenemos muchas cosas por hacer.

Benjamin se quejó y se puso de pie mientras tallaba sus ojos con pereza. Entre los dos hicimos el desayuno y levantamos a los demás, no se quejaron al percibir el olor de comida y se sentaron en el comedor. Una vez terminado Chuck y Louis se fueron, Benjamín se quedó a ayudar a la limpieza y después lo acompañé hasta la puerta.

— Gracias por la ayuda —dije, me recargué en el marco de la puerta y el estaba frente a mi tomando ambas manos.

Soltó una mano y acarició mi mejilla sin dejar de mirarme con una sonrisa.

— Eres preciosa.

Sentí un cosquilleo en mi estómago. Benjamin era el tipo de chico que con solo unas palabras puede alegrarte la mañana y un claro ejemplo es ese.

— Tengo algo para ti esta noche.

— ¿Se podría saber de que se trata? —pregunté con una sonrisa traviesa para que me dijera.

— Será sorpresa.

Hice un gesto de tristeza y él se acercó a besar mi frente.

— Te gustará... o eso espero.

— Es imposible que no me guste algo que venga de ti.

El sonrió mientras meneaba la cabeza.

— Bueno, entonces nos vemos esta noche en casa.

— Que así sea —sonreí y me acerqué a darle un beso en la mejilla—. Te vas con cuidado.

— Lo haré.

Se acercó a la calle y miró a ambos lados antes de cruzar, una vez que desapareció con su auto cerré la puerta y dejé salir un suspiro sonriendo.

— ¿Nunca han pensado en ser una pareja oficial? —interrumpió Blair.

— ¿No será incómodo para Louis?

— Para nada, ese chico te quiere pero ya tuvo bastante tiempo para aceptar que Benjamín y tú son el uno para el otro. Además ayer mencionó a una chica.

— ¿De verdad?

— Claro, pero tú ya estabas soñando con un pony que ya no escuchaste esas platicas.

— ¿Algo más que hayan contado?

— Y bastante, ven, vamos a mi cuarto y te cuento todo en lo que plancho mi ropa.

(...)

— ¡8:27!

— ¡Un minuto!

Di saltos al baño mientras me colocaba una de mis botas y trataba de desconectar la plancha de cabello. Apagué la luz del baño y me detuve frente al espejo, arreglé un poco mi cabello y salí de la habitación. Una vez que teníamos todas nuestras cosas y las luces estuvieran apagadas salimos de casa. Mientras yo me dispuse a manejar, Blair se daba los últimos retoques en el espejo del auto.