06. La nueva oficina

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Fue una noche muy tranquila, estuvimos charlando hasta la media noche y Louis fue a su casa; la mañana siguiente me levanté a las seis de la mañana para poder desayunar y arreglarme. Blair no pudo acompañarme en el desayuno ya que salió un imprevisto con la empresa de su madre en Nueva York y el vuelo más cercano era a las ocho de la mañana. Saliendo de casa tomé el auto y conduje hasta el trabajo, el día estaba soleado por lo que me sentía con más ánimos para iniciar la mañana, llegando bajé del auto y en el elevador subí a recepción.

— Buenos días, si eres de nuevo ingreso ve al piso catorce y ahí les darán su credencial y su oficina —habló sin siquiera mirarme ya que estaba escribiendo algo en la computadora.

Le di las gracias y subí por el elevador nuevamente, al abrirse las puertas se dejó ver una pequeña cantidad de personas en círculo escuchando atentamente a un señor de cabello blanco y barba del mismo tono.

— Como les dije, en unos minutos irán pasando para tomarles su foto y esa ira en su credencial y tendrán acceso más rápido a las oficinas.

Me quedé parada hasta atrás escuchando al señor darnos algunas instrucciones cuando se abren las puertas del elevador, volteó y era Benjamín usando ropa formal, una camisa blanca algo remangada debido al calor y pantalones negros. Se paró a mi lado y sin dejar de ver al señor me habló en un susurro.

— Buenos días, ¿de qué me perdí?

— Buenos días para ti también —lo miré de reojo esbozando una ligera sonrisa— solo se que nos tomaran una foto individualmente para nuestra credencial y después nos dirán cuál será nuestro espacio para nuestra oficina.

— Oh ok —contestó, seguimos poniendo atención hasta que empezaron a llamar a cada uno de nosotros.

Al llegar mi turno me acomodé un poco el cabello y sonreí un poco sin mostrar mis dientes, tomaron la foto y me levanté del banco para que pudiera entrar la siguiente persona, momentos después salió Benjamín.

— Creo que salí con los ojos cerrados —comentó con una pequeña risa.

— Eso estará por verse —le contesté dándole una palmada en su hombro.

Esperamos otros minutos a que terminaran con las personas y la misma mujer de ayer Liliana se acercó.

— Buenos días a todos, me alegra saber que estén con nosotros trabajando y les damos la cordial bienvenida, a continuación les iremos asignando sus espacios de trabajo para que puedan ir acoplándose a este lugar ya que será como su segundo hogar, sin más que decir síganme —todos empezamos a caminar detrás de ella y conforme caminábamos iban asignando los escritorios conforme el puesto que habían conseguido.

El puesto que Benjamín y yo habíamos obtenido era una oficina alejada de las demás con nuestro propia privacidad, de pura causalidad a Benjamín y a mi nos tocó una pegada a la otra por lo que si estaba en el escritorio a través del cristal podía ver la oficina de él lo cual era algo divertido. Nuestras oficinas estaban completamente vacías a excepción del escritorio, una gran computadora, un bote de basura pequeño y un estante color blanco detrás vacío pegado a la pared con una gran ventana que daba vista a unas montañas del lado izquierdo y del otro pequeños edificios y casas.

En el escritorio ya había un par de carpetas con algunas cosas escritas dentro, encendí la computadora moderna que tenía frente a mi para empezar a acoplarme a mi nuevo espacio y comenzar a trabajar.

De vez en cuando volteaba a ver a Benjamín que estaba enfocado en la computadora, pude ver cómo se le fruncía el ceño al estar tan enfocado en algo, sonreí al respecto hasta que caí en cuenta que estaba viéndolo y seguí con la computadora. Llegó la hora de la comida y me levanté de mi escritorio y fui a la oficina vecina, toqué la puerta de vidrio y escuché un adelante de parte de Benjamín, empuje la puerta abriéndola y desde ahí le hablé.

𝐒𝐨𝐮𝐥𝐦𝐚𝐭𝐞 benjamin wadsworthDonde viven las historias. Descúbrelo ahora