- "Deja las pinturas cerca del salón principal, esas 5 compartirán la habitación con la escultura de "Julieth", intenta que formen una media luna a su alrededor" – El día estaba muy lejos de terminar y la inauguración causaba un estrés difícil de tratar para los nuevos.
- "Jefa, ¿Va a permitir que el sol le dé?" – El entusiasmo de la asistente se filtraba por los poros de cada persona presente – "Debería maquillarse, no lo digo porque sea naturalmente fea, todo lo contrario, es preciosa, pero todos los famosos siempre hacen eso antes de dar alguna declaración en público o asistir a alguna reunión" – Continuó balbuceando por más de 30 minutos sin descansar.
- "No soy una celebridad, Ruth, sólo estamos hablando de una exhibición de arte, no de la alfombra roja"- Mi sonrisa amistosa ocultaba las intenciones de cubrirle la boca por el resto del día.
Todos continuaron trabajando permitiéndose pequeños descansos, me levanté y empecé a recorrer el edificio, los sonidos de mis tacones retumbaban en todo el lugar, mi cuerpo cansado buscaba los trabajos por los que se ha esforzado por varios años, sin embargo, no hay nadie para celebrarlo con verdadera alegría: ya que sencillamente se trata de un manojo de recuerdos que no pueden tirarse a la basura, pero lejos de sentirme triste, no hay nada que pueda sentir al respecto, esos son caminos en círculos los cuales no he parado de recorrer. Camino al apartamento decidí comprar un postre bastante famoso para perros, no era un día especial para mí, pero para Sunshine el verme siempre lo es, sé que no puedo considerarme el mejor amo, ya que paso la mayor parte del tiempo trabajando, no obstante, siempre permanece en mis piernas el tiempo que tarde o en la mañana y la noche salgo a caminar con él.
La puerta se abrió tras tres movimientos con las llaves, las luces apagadas dan un ambiente lúgubre al solitario lugar, dejo caer mi chaqueta en el respaldo del sofá antes de escuchar al otro inquilino avanzar a toda prisa para mi encuentro, con una mirada llena de ternura agitando su cola eufóricamente empieza a dar pequeños saltos para ser acariciado.
Al no poder contener mi risa, la fuerza de mi voz se amortiguó entre palabras llenas de afecto – "¿Te portaste bien?" – el ladrido que soltó tras la pregunta podría considerarse su respuesta, luego de tener conversaciones largas con él, la sensación de hablar aún si no podía responderme se sentía reconfortante.
Ya sea por costumbre o por los recordatorios abrumadores de mi asistente y el doctor, tras lavarme las manos entré a la cocina, en ocasiones Sunshine intentaba robar alguna comida, debido a su gran tamaño le era sencillo pararse en dos patas cerca del mesón para inspeccionar, sin embargo, nunca le he dado margen de tiempo para que realice su misión con éxito. En la mesa, como con calma debido a mi falta de apetito, pero al girarme veo a el intrépido canino devorando su alimento y luego el postre, quizá el lugar sea abrumadoramente solitario, frio y el diseño de su interior, ampliamente trabajado por mí sólo produzcan una imagen aún más distante, pero sentada en esta mesa demasiado grande para una sola persona, siendo observada por esos atentos ojos que ahora buscan mi cariño, me siento como en casa.
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Preludio De Invierno
RomansaSi escuchas mi voz entenderás que lo profundo de mi corazón le pertenece a la angustia del pasado y si alguien recuerda quién soy, ¿Podría descansar al saber que esa persona ya no existe bajo mi piel?.