LO PERDÍ

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El domingo en cuanto salí de la casa de Gun había mandado un mensaje al grupo de mis amigos, les conté que no hablé con Gun, que me aterraba en cada segundo el saber que podía perderlo. Acordamos vernos el lunes tal vez faltando a la primeras horas, pero ganando la valentía suficiente para decirle la verdad.

Le mandé un mensaje a Gun, pues al decirme que traía una sorpresa para mí no quería que pensará que lo había dejado plantando.

-¿Qué vas hacer entonces?- Me preguntó Tay esperando algún plan, pero la realidad es que no tenía ni idea. Mi única salida era decir la verdad y suplicar mi perdón.

-Yo juró que se lo diré solo necesitaba...algo de valor por parte de mi amigos- Mis dos amigos asintieron comprendiendo la situación inmediatamente, dándome un apretón suave en mis hombros.

Nos quedamos en la cafetería hasta que terminarán las primeras clases y cuando escuchamos la campana sonar caminamos para ir por lo chicos, pero Mild estaba con los brazos cruzados deteniendo nuestro andar.

-Hola Mild ¿Te importaría dejarme pasar?- Señalé detrás de ella, esperando que se hiciera a un lado.

-¡Me usaste!- Me gritó sin contestar en ningún segundo mi saludó.

-¿Qué?- La mire confundido sin saber que demonios estaba diciendo.

-¡Jugaste con Gun! ¿Para qué? ¡Por una estúpida foto en un muro!- Entonces sentí mi sangre desaparecer de mi cuerpo -¡No solo eso, te acostaste conmigo mientras jugabas con él! ¿Qué mierda te pasa?- Negué con mi cabeza rápidamente.

-Mild, no es…-Trató de callarla antes de que alguien importante nos oiga.

-¿Off?- Entonces mi vida se cae al escuchar su voz, tan destrozada en este momento.

-Gun, no…- Intento defenderme.

-¡Jugaste conmigo!- Veo tus lágrimas tratando de salir, ni siquiera puedo procesar todo lo que está pasando en este momento -¡No quiero volver a saber de ti!- Gritas partiendo mi corazón, partiendo el tuyo.

Ni siquiera puedo pensar en alguna respuesta, detenerte, explicarte que cada beso, cada sonrisa, cada caricia fue real, que sí al principio me acerqué por ganar un reconocimiento que no vale la pena, por querer demostrar que yo siempre soy el mejor en todo, pero que al final había terminado tan jodido por ti.

-¡Eres un maldito idiota! ¡No quiero volver a verte en mi vida!- Lanzas esa pintura al piso, la pintura que prometiste hacerme -¡No te me vuelvas a acercar en tu miserable vida!- Te vas corriendo del lugar. Maldita sea reacciona. Pienso mientras te veo cada vez más lejos.

-Gun- Susurró tu nombre aún parado en los pasillos logrando por primera vez que mi boca funcionará, mientras que todos me están viendo.

Recojo ese cuadro que tanto empeño le pusiste especialmente para mí, es hermoso como cada cosa que creas, como la sonrisa que siempre me haz regalado y que tal vez se la vayas a dedicar a alguien más.

-¡Gun!- Gritó tu nombre, mientras corrió detrás de ti siento mis lágrimas saliendo aún, necesitó encontrarte, necesitó que me perdones ¿Puedes quedarte a mi lado? ¿Puedes escucharme amor mío? -¡Gun!- Sigo llamándote mientras te estoy siguiendo, veo como detienes un taxi y antes de que pueda detenerte te subes sin siquiera mirarme y me dejó caer en el piso sobre mis rodillas suplicando que regreses -¡Gun, perdón! ¡Amor perdón! - Gritó con tanta fuerza deseando que me escuches.

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-Así que era verdad ¿Tú lo sabías?- New declaró viendo a Tay.

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