Shigatsu wa kimi no ai [Mes Nejiten 2021]

Por ella

Una en el universo canon, porque su relación era de esta forma aunque no lo demostraban.

Día 4: Picante

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Tenten se acercó al genio que estaba sentado en una mesa fuera de una casa de té y le dio en la boca con ayuda de unos palillos una porción de comida. Neji simplemente abrió la boca sin titubear. El bento reposaba en la mesa junto con otro recipiente con más guisos.

El Hyūga abrió los ojos al sentir la comida interactuar con sus papilas gustativas. Masticó tranquilamente y tragó.

―¿Y bien, te gustó? ― Tenten habló un poco esperanzada.

Ellos habían estado bastante tiempo juntos desde hace un par de semanas, aún cuando no tenían misiones en conjunto. En una especie de juego de acercamiento y de nada definido, por lo cual salían rumores entre Lee y Gai al respecto, rumores que ellos mismos no se esforzaban en aclarar. De vez en cuando se reunian en algún sitio de interés y Tenten, nerviosa pero guiada por lo que el genio le provocaba, solía llevar comida para mostrar su propio interés hacía el. De forma tan sutil, como solo ellos se manejaban.

Neji simplemente asintió y le dedicó una ligera sonrisa para que ella observara. Tenten sonrió nerviosa con un ligero sonrojo en las mejillas. Se levantó de golpe al escuchar una campana dentro del local que indicaba que su té estaba listo. El genio siguió su camino con atención, tomó los palillos y volvió a llevarse parte de la comida a la boca, una y otra vez. Masticando despacio y degustando con los ojos cerrados.

Los abrió al sentir una presencia conocida acercarse. Unas mallas verdes imperdibles y unas cejas que se alzaron a forma de saludo. Rock Lee llegó a su lado y se sentó unos momentos.

― Neji ― Asentó las bolsas en la mesa.

El mencionado saludó con un gesto del rostro y siguió masticando con total lentitud.. El aroma de la comida llegó a sus fosas nasales a la vez que se levantaba de la banca de madera listo para irse. Con objeto de molestar a su rival intentó pescar un trozo de carne con el palillo de dangos que hace un rato se había comido. Neji simplemente interpuso la mano. Pero Lee reaccionó al aroma en ese momento y levantó la ceja con confusión palpable.

―Neji, si sabes que eso tiene picante ¿no?

El Hyūga se llevó uno bocado a la boca en respuesta. Rock Lee abrió la boca sorprendida al ver tan reacción. Neji Hyūga odiaba el picante, era cero tolerante con él y lo evitaba a toda costa. Muchas cosas pasaron en su cabeza en ese momento. Que ese no era su compañero, era un impostor que se había infiltrado a la aldea o posiblemente en su antigua misión le habían lavado el cerebro sin que lo notara. O peor aún, el no expulsar su poder de la juventud lo había vuelto loco.

―¡Debemos ir al hospital, Neji! ― Lo tomó del brazo intentando llevarlo en ese momento.

Neji se soltó en un rápido movimiento y lo fulminó con la mirada.

― Estoy bien ― En ese momento Lee fue consciente del sudor que se deslizaba de las sienes del genio.

Lee abrió la boca al ver sus mejillas, siempre tal pálidas, con un ligero rojo, casi imperceptible. Eso, junto con el sudor, demostraba lo que era evidente. Los efectos del picante en alguien que no tiene tolerancia a él.

―Pero porque tú...

La oración murió en sus labios cuando una persona salió de la tienda de té con dos en mano y con una sonrisa en el rostro. Las ideas se amontonaron en la mente de Lee y una sonrisa pronunciada elevó la comisura de sus labios. Soltó una ligera carcajada y palmó la espalda del genio en entendimiento.

―Oh Lee, ¿ya volviste de tu misión? ― Tenten dejó el té en la mesa.

―Estoy regresando, solo he venido por un par de cosas. Nos vemos y disfruten la comida. ― Tomó sus bolsas y se alejó soltando lo ultimo de forma un tanto sarcástica.

Neji fulminó a su amigo y rival alejándose con la mirada y se suavizó al contemplar a la castaña a su lado que se llevó el té a los labios. Se llevó otro bocado a la boca. Jamás podría negarle y rechazarle nada a Tenten.

Y eso hasta el mismísimo Lee lo entendía, por la forma en la cual el frio y reservado Neji Hyūga observaba a su compañera castaña y que era capaz de dejar a un lado su desagrado por el picante, por ella.

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