𝑳𝒍𝒆𝒈𝒂𝒔𝒕𝒆 𝑻𝒖́

Capítulo 2. Noticias

Ella se quedó perpleja mirando los resultados.

Positivo

Los tomó entre sus dedos y se los mostró a Archie con manos temblorosas.

A: Tranquila ¿Si? -murmuró.

La rubia asintió, pero hizo un puchero involuntario tratando de no llorar. El pelirrojo suspiró y abrió sus brazos para que ella se abalanzara y rompiera en llanto.

Tenía miedo, no sabía que pasaría con su futuro y cuál sería la reacción de sus padres y su novio.

A: Llora todo lo que quieras -dijo acariciando su espalda- pero ten en cuenta que yo no te dejaré sola, siempre contarás conmigo. Y te lo vuelvo a repetir, sé que mi hermano hará lo mismo, al igual que mis padres.

B: ¿Y si no? -murmuró con voz entrecortada.

A: Y si no yo si estaré aquí. Y te apoyaré en lo que decidas.

B: Gracias, Arch -se separó de él y le dedicó una sonrisa.

A: No hay de qué -le regresó la sonrisa y limpió sus lágrimas- E aquí la pregunta ¿Cuándo le dirás a Daniel?

B: No lo sé -respondió ella, suspiró y caminó hasta la cama para sentarse en la orilla.

A: Yo digo que se lo digas lo antes posible, no vaya a ser que se entere.

B: Bien, al rato vendrá y trataré de decirle.

A: Así me gusta -sonrió- para amenizar el momento ¿Quieres ver una película? -preguntó amable.

B: Si -sonrió emocionada.

Él caminó hasta el portátil de la rubia y le indicó que se acostara. Ella así lo hizo y después de buscar una película la pusieron.

Rato después, la película estaba por terminar, cuando el timbre de la casa sonó.

B: Debe de ser él -se incorporó quedando sentada y miró a Archie.

A: Si. -se levantó- Me voy para que hablen agusto, cualquier cosa me llamas ¿Si?

B: Está bien, gracias.

Sonrió y ambos salieron de la habitación. Bajaron hasta el piso de abajo y Archie abrió la puerta dejando ver al castaño.

A: Después nos vemos -dijo dirigiéndose a Betty, quien asintió de acuerdo- tómatelo con calma y no seas un idiota -le susurró a Daniel al pasar por su lado.

Daniel lo miró confundido, pero antes de poder preguntar Archie se marchó.

B: Pasa -habló Betty llamando su atención.

D: Hola linda -espetó con una sonrisa y besó sus labios.

Entró y fue hasta el living dónde se sentó a esperar a Betty. Ella, mientras tanto, cerró la puerta pensado las palabras que utilizaría para darle la noticia.

B: Amm... tengo que hablar contigo. -musitó dudosa.

D: Claro, ¿Qué pasa?

B: Tú me quieres ¿Cierto? -sonrió nerviosa.

D: Yo te amo.

B: Y una vez mencionaste que a pesar de todo estarías conmigo. -recordó.

D: Si -respondió lentamente, confundido.

B: ¿A pesar de que te diera cualquier noticia?

Él la miró confuso y se levantó para examinar su cara. Ella nerviosa evitaba su mirada.

D: Betts ¿Qué pasa? ¿Hice algo malo?

B: ¿Qué? No

D: Entonces qué pasa. ¿Por qué estás así? -murmuró mirándola a los ojos.

B: Es que...-se quedó callada y cerró los ojos- Estoy embarazada -soltó finalmente.

Él se quedó anonado con la noticia, no se esperaba aquello. La ojiverde, asustada abrió los ojos y vió como el estaba perdido en sus pensamientos.

B: Dime algo, por favor -pidió sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas.

D: Es que...no sé qué decir -respondió aún perdido.

B: ¿Me-me vas a dejar? -cuestionó temerosa, y una lágrima deslizó por su mejilla.

D: ¿Qué? Claro que no. Estás embarazada, de mi hijo -sonrió emocionado- Dios, no lo puedo creer. ¡Voy a ser papá! -gritó feliz y la tomó de las mejillas- Te amo, te amo, te amo -dijo dejando pequeños besos en sus labios con cada palabra.

Ella sonrío aliviada y lo abrazó.

B: Gracias por no abandonarme.

D: No tienes que dármelas.

La besó y ambos fueron a la cocina a preparar algo de comer.

Por otro lado, Jughead estaba en su oficina, cuándo volteó distraídamente hacia su computador y vió a través de las cámaras como su prometida entraba al edificio.

Sonrío y dejó de hacer lo que estaba haciendo para esperarla. Al paso de unos segundos la puerta se abrió dejando ver a la pelinegra.

T: Hola guapo -saludó entrando.

J: Hola preciosa -saludó sentado en su silla giratoria- no sabía que vendrías.

T: Bueno, tengo una sorpresa para ti -sonrió emocionada y se sentó en su regazo.

J: Ah ¿Si? -la miró enarcando una ceja y la tomó de la cintura.

T: Si -respondió y sacó un sobre de su bolso.

Se lo entregó con algo de nervios, él la observó divertido y abrió el sobre. Sacó el papel que estaba dentro y lo leyó detenidamente  con el ceño fruncido. 

Al final de la hoja, estaba remarcado con plumón la palabra POSITIVO.

J: ¿Estás...? -comenzó a decir sorprendido.

T: Sí -respondió en un chillido feliz.

J: Te amo -dijo antes de besar sus labios, feliz por la noticia.