Capitulo 42. Las chicas de Jones

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Como la editorial había alcanzado el puesto número uno a nivel nacional, la popularidad de Jughead había crecido, haciéndose el escritor más famoso, joven y millonario del estado.

Iban caminando de tienda en tienda en uno de los centros comerciales más concurridos y elegantes de la ciudad, cuando algunos reporteros se les acercaron

X: Señor Jones ¿podemos hacerle algunas preguntas?

El ojiazul suspiró y asintió.

X: ¿Tiene nuevos proyectos en mente?

J: Los tengo -asintió.

X: ¿puede dar detalles?

J: Lo siento, pero no quiero y no puedo hacerlo.

X: Señorita ¿usted es su novia? ¿esa niña es su hija? –preguntó otro reportero.

Ambas rubias miraron a Jughead, quien se había quedado dudando en qué responder.

J: Así es, ella es mi novia y ella mi hija. Ahora si nos disculpan, debemos seguir con algunas cosas.

Les dio una leve sonrisa y tomó la mano de Betty para seguir caminando. Llegaron de nuevo a su lujoso auto y subieron para ir hasta la casa de los Jones, ya que Gladys había preparado el platillo favorito de Jughead y los había invitado a comer.

Luego de unos minutos, estaban hablando tranquilamente cuando Jughead sintió que tiraron dos veces de su manga, volteó y vio a su hija parada a su lado.

I: Papi, men —le susurró y él se levantó algo confundido.

J: Ahora regreso —avisó y siguió a la niña hasta la sala—. Qué pasa, pequeño saltamontes.

I: Ahoda que tú eles mi papi ¿tus papás son mis abelos?

J: No necesariamente, pero ¿tu quieres que lo sean? —preguntó interesado.

Ella asintió algo tímida.

I: Mis compañelos siempe haban de sus abelos, y yo nunca veo a los míos. Podeso quielo que tus papás sean mis abelos.

J: ¿Lo dices en serio? —ella volvió a asentir—. Entonces lo serán, ellos estarán encantados —sonrió—. ¿Quieres que les digamos ahora?

I: Sipi.

J: Vayamos, pero antes ¿me das un abrazo?

Ella soltó una risita y lo abrazó fuertemente. Él la levantó y caminó a la cocina.

J: Mi hija tiene algo que decirles.

Fp: ¿Hija?—dijo algo sorprendido, mirandolos.

Los tres asintieron sonrientes.

I: Ahola que Juggy es mi papi ¿Quielen sel mis abelos?

Todos se miraron boquiabiertos, y ella se puso nerviosa.

Gl: Linda, pero por supuesto que si —dijo encantada.

Fp: Sería un honor para nosotros, pero no sé si incomode a Betty.

B: Por mi no se preocupen —negó sonriendo—. Estoy de acuerdo con que Isabella tenga el amor de alguien a quien les diga abuelos. Nunca ve a mis padres.

Gl: Entonces ven acá, mi hermosa nieta —sonrió y la abrazó.

JB: Ay! -chilló conmocionada—. Yo necesito una Fotografía de esto. Pónganse todos juntos.

Sacó su celular y tomó una fotografía.

Fp: Me la pasas, necesitaré enmarcarla y colgarla en la entrada.

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B: ¿Seguro que no vienes, cariño? —le preguntó a Jughead.

Betty e Isabella irían al centro comercial a comprar las cosas que ocuparía la pequeña para comenzar el preescolar.

(Para aclarar, Isabella iba a la guardería, o no se cómo les llaman en sus países cuando cuidan a los niños antes del preescolar/kinder)

J: Vayan ustedes. Necesito terminar esto y, creo que ustedes deben pasar más tiempo juntas —se encogió de hombros.

B: Está bien —sonrió y se acercó a él para besarlo—. Isa, ya nos vamos —le avisó a la niña.

Ella llegó corriendo hasta su padre y lo abrazó. El pelinegro besó su mejilla correspondiendo su abrazo.

I: Adiós papi.

J: Adiós, mis amores. Cuídense, las amo.

B: Nosotras a ti —dejó un beso en su mejilla.

Tomó la mano de la rubia menor y salió con ella hasta el auto de Jughead. Minutos después ambas entraban a la gran plaza.

Pasearon por tiendas y tiendas, durante horas, disfrutando su tiempo a solas. Su última parada fue la heladería, a petición de Isabella.

I: Yo quelo uno de fesa. ¿Y polemos lleval uno pada papi?

B: Claro —sonrió.

Luego de comprar los helados, salieron y caminaron de regreso al estacionamiento. Betty se sentía observada, haciendo que volteara repetidas veces observando si había alguien, pero no pudo ver nada.

Al llegar al edificio, llegaron a la casa de los padres de Jughead.

B: Ya llegamos —les dijo entrando.

J: ¿como les fue?

I: Bien, compamos muchas cosas. Y te tlajimos un helado.

J: Ou muchas gracias, pequeña —besó su mejilla.

JB: Betty ¿qué se siente ser trending topic en internet? —dijo divertida, llegando a la sala.

B: ¿De qué hablas?

JB: Tu e Isabella están por todo internet con el encabezado de “Las chicas de Jones”

J: Me alegra que tengan claro que son mis chicas —comentó comiendo de su helado.

B: Será por eso que me sentía observada —murmuró mirando las fotos.

Gl: La cena está lista—avisó y todos fueron hasta la cocina.

𝑳𝒍𝒆𝒈𝒂𝒔𝒕𝒆 𝑻𝒖́Donde viven las historias. Descúbrelo ahora