El quidditch y la tormenta

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La siguiente semana fue bastante movida. El primer partido de quidditch de la temporada se daría ese mismo fin de semana. Inicialmente seria Gryffindor contra Slytherin, pero fue reprogramado, por lo que jugarían Gryffindor contra Hufflepuff. Todo el mundo se veía muy entusiasmado, y se sentía la emoción en la atmosfera.

Estaba en camino a mi siguiente clase, pociones. Tenia tiempo de sobra por lo que decidí darme un pequeño paseo por los pasillos. Me encontraba sola, dándole vueltas a pequeños asuntos en mi cabeza: Cuando recibiría la próxima carta de mi madre; si debería escribirle a mi padre; cuanto tiempo debería dedicarle a mis estudios para los TIMOS; como estaría Cedric; como traerían la situación Angelina y Fred.

Divagaba mientras me tambaleaba por uno de los corredores del tercer piso, considerando si utilizar el pasadizo directo a pociones, o si llegar hasta la planta baja y dirigirme a las mazmorras. Un tumulto de gente invadía el pasillo, por lo que podría realizar un poco de índole social en el tramo que me quedaba de pasillo. 

La menor de los Weasley se encontraba mas próxima a mi. 

-Hola Chiqui*- Desde tiempos inmemorables la llamaba así. Era bastante cercana a la pequeña debido a mis estadías en su casa durante los veranos.

-¡Bel! Hace un milenio que no te veo... ¿Cómo has estado?- Me dijo Ginny.

-Nada mal... ¿Tú que me dices?

-Atareada... Por cierto, debería irme, tengo que llegar antes a Cuidado de Criaturas Mágicas... Fue lindo verte- Me dijo encaminándose a su destino. Continúe mi viaje por el pasillo, y vislumbré a Neville, que se encontraba semi-aplastado contra una de las paredes del pasillo, leyendo un libro.

-¡Bu!- Le dije por la espalda, a lo que el muchacho reacciono de un salto.

-Por las barbas de Merlín, Belén. Me vas a matar de un susto...

-Espero que no, porque me agradas-. Neville era un chico encantador.

-¿Tienes clase ahora? Quizás nos dirigimos al mismo lugar- Le pregunté.

-Tengo Adivinación, queda justo al otro lado, al contrario que Pociones- Me respondió. Luego levanto las cejas y escondió la cabeza en su libro.

¿Cómo sabe que tengo pociones?- Pensé. En ese momento, un grupo de chicas de Ravenclaw pasaron justo por el espacio que nos separaba al muchacho y a mi, al mismo tiempo que yo decía:

-¿Entonces que haces en la otra punta del castillo?- Neville pareció no escucharme, y me dedico una sonrisa torcida en señal de despedida. Seguí en mi dirección, casi llegando al final del pasillo. Estaba pasando el umbral de la puerta final, cuando una mano me tomo de la muñeca.

-Hola- Me dijo Cedric con una adorable sonrisa de par en par. Me reconfortaba mucho encontrármelo, justo había estado pensando en como estaría-. Hace mucho no te veía...

-Ha sido una semana de locos...¿Todo bien? ¿Cómo has estado?- Le pregunte con sincera preocupación. Hace mucho que no hablaba con mi nuevo amigo, y me importaba como se encontraba.

-¿Qué harás el sábado?- Me dijo, sin responder a mi pregunta. Fruncí el ceño y le respondí.

-Es el primer partido de la temporada, toda la escuela asistirá... Creí que como nuevo capitán sabrías... No has respondido a mi pregunta; ¿Te encuentras bien?

-Mejor que nunca, ahora que te encuentro- Me dijo mirándome a los ojos, como si pudiera ver en mi interior. Sonreí y mire hacia abajo, cortando el intercambio de miradas- Entonces...- Comenzó.

-Entonces...- lo anime a seguir.

-Será mi primer partido como capitán del equipo, estarás ahí apoyándome, ¿verdad?.

Tiempo contigo- Cedric DiggoryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora