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«cuatro»

Había tomado tanto alcohol que me salía hasta por los poros, me costaba bastante estar de pie pero se que no soy la única que está en este estado. Yo de todos modos seguía bailando y disfrutando este gran momento con ellos que cada vez me caen mejor.

Voy a la cocina caminando como puedo porque estoy muy mal, pero las ganas me ganan y quiero más alcohol. Agarro la botella de vodka y abro otro jugo más.

— Deja de tomar vos. – escucho la voz de Valentín entrando a la cocina y lo miro. – Estás muy en pedo y te va a hacer mal.

— Si estoy en pedo ¿porque no estar más en pedo? – digo sirviendo el vodka y él se ríe.

— Estás haciendo esto mal, y dale solta y anda a otro lado. – dice sacándome la botella y lo miro mal.

— Sos re aburrido che. – digo mirandolo mientras me agarro de la mesada.

— Hay más formas de divertirse, vení conmigo. – me agarra de la mano y sonrío

— Que atrevido. – digo y él me mira. – ¿Sos virgen? – pregunto sin filtro.

— Que atrevida. – dice y me río. – No, pero no te iba a llevar a cojer, para que sepas.

— Una cara de virgen tenes. – digo realmente en pedo y él se ríe.

— Ya la perdí hace bastante y tengo veintiuno. – dice mirandome.

— Pensé que eras más viejo. – digo y él me muestra el dedo del medio.

— Que hija de puta, vos tenes veinte ¿No? – pregunta y niego.

— Tengo...catorce. – digo para seguido reírme hasta tentarme.

— Dios que boluda, estás muy en pedo deja de tomar. – me agarra de la mano y me lleva a donde estaban los chicos. Yo obviamente me seguía riendo.

— Valen tengo sueño, quiero dormir. – me apoyo en su hombro pasando todo mi peso a su cuerpo y él se ríe.

— Bueno vení. – me agarra de la mano y me lleva a una de las habitaciones de la casa de Depa. Sin emitir ninguna palabra camino intentando no caerme hasta la cama y me quedo ahí hasta dormirme.

[•••]

Abro los ojos como puedo y reconozco que no estoy en mi casa, me duele la cabeza un montón, y los pies también. Me estiro en la cama tirando los brazos un poco para atrás logrando chocarme con alguien o algo. Valentín dormido.

La puta madre que pasó ayer.

Me siento en la cama e intento pensar en que hice anoche. Me acuerdo que vinimos a la casa de Depa para una joda, después me puse a tomar y no me acuerdo más. Me puse un pedo.

Estiro mi brazo hasta llegar a la mesa de luz para tocar la pantalla del celular de Valentín y ver la hora, son las 14:48pm.

— ¿Que hora es? – escucho a Valentin hablar sin moverse.

— ¿Estabas despierto? – pregunto dejando su celular en la mesa.

— ¿Qué te parece? – me dice con voz ronca, abre los ojos como puede y yo me río.

— Son las tres menos diez de la tarde. – digo mirándolo y él se estira.

— Dios me duele la cabeza.

— A mi más la puta madre ¿qué pasó ayer? — pregunto y se ríe.

— Te lo voy a resumir, tomaste un montón, bailaste, intentaste hacer un vodka, me preguntaste si era virgen porque pensabas que te iba a cojer, y después te traje a dormir. – dice y yo me muero de la vergüenza por dentro.

Intervalo ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora