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«siete»

Me desperté de mal humor, dormí para el culo, y además tengo que ir a trabajar. Son las once de la mañana y Micaela no está porque se fué a la costa por lo cual tengo que ir caminando.

Ya pasaron tres meses desde que estoy acá en Argentina, osea, ya es Mayo y la verdad que estoy muy feliz. Feliz con mi trabajo y feliz con la gente que tengo al rededor.

Con Mica las cosas van más que bien, a veces nos peleamos pero son por boludeces como cualquier persona lo haría. Después pegué buena onda con todos los chicos, osea Facu, Wawa, Depa y algunos amigos de Mica también. Por suerte me integraron re bien y estoy feliz por eso también.

Y Valentín bueno, cada día lo quiero un poco más. De los pibes es con el que más me hablo y con el que más estoy. Generamos mucha confianza, entre nosotros dos y eso me re gusta ya que es lindo poder confiar en alguien.

Salgo de la casa y el calor me invade el cuerpo, estaba fresco adentro porque estaba el aire prendido pero aunque tenga un short y un top me muero de calor. Camino unas cuadras hasta el trabajo que por suerte no eran muchas. Una vez que llego entro y sonrío al sentir que acá si esta fresquito.

Saludo a los chicos y voy a dejar mis pertenencias a una parte donde siempre todos dejan sus cosas. Empiezo a buscar lo que necesito para el día de hoy, había una memoria de la cámara que no encontraba y necesitaba si o si.

— ¿A mi no me saludas linda? – escucho la voz de Valentín y lo miro.

— No te ví rey, perdoname. – hablo dandome vuelta para saludarlo.

— Está bien chiqui ¿cómo estas hoy?

— De mal humor ¿vos? – digo suspirando para seguir buscando la memoria.

— Yo bien, ¿Qué pasa que andas de mal humor vos?

— Hace calor, no encuentro una puta memoria que la estoy buscando desde que llegué, dormí para el culo, todo mal.

— Bueno, si querés después de esto vamos a algun lado juntos, si es que eso no empeora tu día obvio. – dice y sonrío de lado.

— Con vos no se va a empeorar Valentín, así que sí. – digo y él sonríe para seguido abrazarme.

— Te quiero mucho che. – habla y sonrío logrando que esas cosas en mi panza vuelven a aparecer la puta madre.

— Yo más. – respondo con una sonrisa. – Y me sacaste un poco el mal humor, sentite especial che. – hablo mirándolo él sonríe mirándome también.

— Mejor, ahora vení que te ayudo a buscar la memoria, que segura está acá. – dice agarrando mi mochila y sonrío por eso.

— Gracias. – hablo apoyando mis codos sobre la mesa.

— De nada. – responde mientras buscaba. – ¿Es esto? – pregunta con la memoria en la mano.

— ¿Qué? No estaba, te juro que no. – se ríe por eso mientras yo agarraba lo que necesitaba. – Sos un pibe del bien Valentín.

— Vos, sos una piba del bien. – dice y sonrío agarrando mi cámara. — Dale vamos a sacarnos las fotitos. – habla con una sonrisa y asiento para seguido ir a trabajar tal como debemos.

[•••]

— Dale yo ya estoy. – digo acercandome a Valentín que me estaba esperando para salir.

— Bueno vamos. – dice él saliendo después de hayamos saludado a todos.

— ¿A donde vamos? – hablo yo ya que aún no me había dicho nada.

Intervalo ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora