Los Gemelos Gallagher.

I hope you always keep it

Me quede mirando a la nada, sentí un pinchazo fuerte en mi pecho, mis manos comenzaron a temblar, mi corazón se aceleró, suspire a fondo y sentí unas manos en mi hombro.

—Se le pasará luego— susurró Aidan en mi oído

Giré a verlo, este lucia nervioso, con su mirada trataba de tranquilizarme, pero era inevitable.

—Aidan, dile a mamá que no tengo hambre— dije seca y me senté en mi cama— por favor— susurré

—Entiendo— traga duro y sale de la habitación

Sentía miles de ganas de salir corriendo tras Ryan y poder explicarle todo, me sentía como una estupida una tonta, porque jamás podía controlarme o detenerme, era mas que obvio que todo era mi culpa, relamí mis labios y cerré mis ojos, al momento de abrirlos lágrimas comenzaron a rodar por mis mejillas, salían y salían, no paraban, caminé al baño y me mire al espejo, me sentía ridícula y de mas, limpié mis lagrimas y tomé un largo suspiro, lavé mi cara al igual que mis dientes, me acosté en la cama, tratando de solucionar todo durmiendo claro.

Intentaba dormir pero era inevitable pues en mi mente solo estaba la escena de Ryan, él cómo estará el ahora, que habrá sentido en ese momento al entrar a mi habitación y nuevamente, las lágrimas se hicieron presente, un nudo enorme en mi garganta se formó, quería salir y gritar lo mal que me sentía y lo inútil para él amor claramente.

Ahí estaba yo, acostada en esa cama, un rayo de sol pego en mis ojos y los comencé abrir poco a poco, la noche anterior me quede dormida de tanto llorar, tomé mi celular y mire la hora 8:12 a.m, me levante de la cama y abrí las cortinas dejando entrar la luz, caminé nuevamente a la cama y la organicé, caminé el baño, luego de 20 minutos salí con una toalla enrollada en mi cuerpo, hice todo lo que tenía que hacer al igual que vestirme, puse un pantalón que de las piernas era roto junto a una sudadera crop top en color azul cielo y unos tenis blancos, cepille mi cabello y lo deje secar solo. Salí de mi habitación y caminé a la cocina, ahí estaba mamá y papá desayunando.

—Hola hija, que bueno que vienes a desayunar, ayer Aidan me dijo que te sentías un poco mal y por eso no cenaste— hablo Lauren poniendo platos en la mesa

—Si, tal vez lo que comí durante el camino me cayó mal— dije sin ánimos y me senté en una silla

—Tal vez sea eso, desayuna para que disfrutes este último día— sonríe papá tomando su jugo

—Si, lo haré— sonreí forzadamente

Durante el desayuno mis ánimos estaban tan bajos, no me llegaba para nada él hambre, pero debía comer o me enfermaría, mis padres hablaban entre ellos y no quería arruinarles el día diciéndoles que estaba mal etc. Al terminar me puse de pie y lavé mis trastes, al momentos de estarlos secando escuché como Lauren habla con los chicos.

—Buenos días hijos— dijo feliz— desayunen rápido para que acompañen a su hermana a explorar más el bosque

—Que valla Aidan, yo no tengo ánimos para salir— hablo Ryan y se escuchaba molesto

—Pasa algo entre ustedes?— pregunto mi padre confuso

—No, no pasa nada papá— hable rápido— prefiero ir sola, no me pasará nada— sonreí forzadamente

—Pero los trajimos aquí para que los tres disfruten juntos— hablo Lauren en un tono triste

—Chicos ya escuchado a Lauren, acompañarán a __ para que conozcan más a fondo, no quiero que se comporten como unos niños de 5 años— hablo molesto papá

—Pero...— habló Ryan

—Pero nada Aidan— papá apoyo su cono en la mesa

—Soy Ryan papá— hablo harto