Capítulo 9

15 0 0
                                    

Está bien todo ¿no? 

Eran las 4:57 de la mañana y acababa de despertar, trataba de concebir el sueño otra vez pero algo me lo impedía y no sabía qué, y porqué estaba pasando, así que mejor me distraje tomando un bocadillo de la nevera sin hacer mucho ruido, papá puede despertar y no quiero una charla por el momento.

Caminé hacia la sala de estar para recostarme a mirar un poco de televisión. Me rasque la nuca y sin saber en mis dedos tenia unos cuantos cabellos negros, míos claro, ¿qué diablos? Estaba algo aterrorizada pero supongo que son los efectos de la enfermedad mortal que me cargo.

Escuché mi teléfono sonar y subí muy rápido para ver quien era, Julián, tenía que ser. No quise contestar porque no tenía tantos ánimos de abrir la boca y platicar sobre la gran noche que he tenido y también contarle que me estoy quedando calva, oh es verdad, calva... No iré al instituto así, espera, no me he mirado al espejo. 
Caminé rápido al baño y miré mi gran palidez en mi rostro, unas venas resaltas en mi cíen, ojos rojos como si hubiera consumido marihuana y un poco rojiza mi horificio nasal izquierdo, ya entiendo porque no puedo dormir si tengo esta espantosa cara... lo sé, no tiene nada que ver pero bueno.

Me llega un mensaje en el célular y es de don Julián, vaya, no se rendirá.
05:27 am

"Espero te encuentres bien, Alice. Te verás encantadora calva."

¿Cómo rayos sabes que lo estaré? Bueno es lógica por esto que tengo, y se lo había mencionado meses atrás pero, él no sabía exactamente cuando. Hay muchas cosas de Julián que me tienen con intriga y con algo de miedo, sin embargo los haré a un lado, sabré lo que quiero saber y nadie me podrá detener, ni siquiera yo misma.

Ya casi era la hora para entrar al instituto y ya estaba lista, con unos jeans, zapatos guindas, y una blusa negra acompañada de un abrigo, claro, el gorro que traigo puesto debe simular que tengo la misma cantidad de cabello que hace varios días, no es que me importe lo que piensen, simplemente no me agrada no tener cabello, absolutamente nada.

Llegué a historia y el profesor empezó a explicar su teoría del descubrimiento de América y la importancia de ello, yo como buena estudiante apuntaba cada palabra que mencionaba, no podía sacar más malas notas, he estado tan distraída que aveces olvido qué es un aula de clases y con esas personas llamadas compañeros que sólo respiran el mismo aire que yo y exhalan más dióxido de carbono que cualquier cosa, si, los odio. No había señales de vida inteligente en el salón, es decir, Julián.

Al terminar la "super" clase, empecé a sentir un mareo y una jaqueca insoportabla, sólo mencionaba en voz baja "por favor no, hoy no", supe controlarme lo suficiente para entrar al sanitario de mujeres, me lavé la cara de inmediato y tomé mis medicamentos correspondientes a la hora, justo a tiempo, si no, hubiera caído como costal de papas.

Al salir supe que tenía la hora libre de Arte, la profesora tuvo un inconveniente y no podrá presentarse, está bien, podré relajarme toda una hora... en biblioteca. Tomé un libro de quién sabe qué, pero se veía interesante, así que inicié mi lectura.

Al estar apróximadamente 13 minutos entrada mi mente en el libro de una chica que se cree ruda pero al final termina siendo una sumisa a alguien se le ocurre interrumpirme, excelente.

—¿Qué tal, Morgan?—me dice Julián con una sonrisa brillante.
—No me quejo.
—¿No me hablarás? Vamos, no es tan malo quedarse calvo, además no eres la única.

En cuanto dijo eso lo miré y se quita el gorro negro que tenía puesto, se había rapado,creo que esto es lo más estúpido que he visto, tanto que me gustaba su cab... Diablos.

—Parezco 'la roca' o no?
—No, pareces un alien.—suelto una pequeña carcajada.
—¿Viste esto? Sonreíste.
Y volví a sonreír, fue invitable.

Mencionó algo sobre aventuras que tenía planeadas pero me perdí desde aquel momento, suena como una frase o algo.

N/A: Sé que es algo corto, pero para que lo sepan, no dejaré de escribir esta novela por más que demore escribiéndola.

No olviden pasarse por mi otra novela "La muerte de porcelana". Por cierto, he visto que muchas/os han leído esta historia y eso me pone feliz, mientras más personitas mejor, no sé aún cuantos capítulos haré pero en cuanto termine esta novela la enviaré a una editorial, y estoy bastante contenta porque más personitas leerán lo que me encanta hacer, escribir. xoxo.

CicatricesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora