¿Chiflada? Quizás...

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Intento responder con voz entrecortada, lo que consigo es cororear.

El chico me mira confuso, extrañado, incluso con un aire divertido... Pero a mi ese cabrón no va a engañarme, haciendo como si nunca me hubiera visto.

-Mm... Veo que la pregunta te fue un tanto compleja. -'ojos esmeralda' no se reía, aunque no le faltaban ganas- Tú respira y tómate tu tiem... AAAAAAGGHH!!!! ¿¡Pero qué coño te pasa!?

Si, le acababa de dar una patada en los huevos, y aún así no me sentía conforme. Con un movimiento veloz de mi mano derecha, le solté semejante bofetón que al instante su mejilla quedó teñida de un rojizo intenso.

-No me mientas hijo de puta... -hablo bajo, casi susurrando, pero con un tono amenazador que hasta a mí me sorprendió. -Vete de aquí o llamaré a la policía.

Parpadeó varias veces, simulando interpretar lo que acababa de decirle. En su rostro se reflejaba dolor, pero no me importaba. Tras varios segundos exasperantes gira la cabeza hacia los lados, al instante se frustra, seguramente porque no hay nadie a nuestro alrededor.

-Escucha... -vuelve a clavar sus ojos esmeralda en mí, pero esta vez esconden algo de rencor- no sé por quién me has confundido, o si te molesta compartir banco... Lo único que acabo de confirmar es que estás loca, y si quieres que me vaya lo haré, pero no hace falta que me amenaces con la policía, no soy ningún delincuente.

Lo miro sin pestañear, y comienzo a reirme como una demente. "Quizás tenga razón, va a ser que estoy loca".

-Tú lo que eres es un jodido acosador- le digo apuntandole con el dedo- ¿Sabes que te vi, verdad? ¿Por eso te escondiste? Me estabas observando, así que si ahora no me dices cual fue la razón para seguirme, las pagarás.

-Por última vez... -su tono se ha vuelto cansado, y va arrastrando las palabras- no sé quién eres... ¿Qué necesidad tendría de espiarte tras las esquinas? No soy ningún ninja, ni mucho menos un acosador de chifladas. Así que si me disculpas, voy a sentarme en otro banco.

Ahora soy yo la que parpadeo, intentando asimilar lo que 'ojos esmeralda' me había confirmado...

¿Y si todo había sido producto de mi imaginación y la he pagado con el primer tío de ojos verdes que se me acercó? Miro de reojo al chico, sentado en otro banco a escasos metros de donde me encuentro. Está echado hacia atrás, con un brazo apoyado sobre el respaldo. Mantiene las piernas un tanto separadas, creo que el dolor producido por mi patada en sus partes aún no ha desaparecido.

Estaba ocupado consultando cosas en su móvil, pero levanta la vista y su mirada se cruza con la mía. "Mierda, que oportuno...". Bajo la cabeza nerviosa, seguro que tenía la boca como un buzón, observando su entrepierna como una pervertida.

Me pongo las gafas de sol torpemente y reanudo mi vuelta a casa, no sin antes tener que pasar por al lado del tío al que segundos antes había maltratado.

Había vuelto a concentrarse en su IPhone. Por un momento me imaginé lo que seguramente estaría escribiendo a sus colegas...

*-Joder, tíos... El parque se ha convertido en un puto manicomnio... Una psicópata ha intentado castrarme a base de patadas por querer compartir banco xDD Será una de esas resignadas que hacen todo lo posible para llamar la atención de un guaperas como yo... Jjjjjjj*

Mi cara comenzó a arder, y aunque ya había dejado unos metros atrás a 'ojos esmeralda', gire sobre mis talones y me encaminé a plantarle cara...

Cuando notó que me acercaba enarcó una ceja con indiferencia, pero le había visto desplazarse un tanto al otro extremo para no tenerme muy cerca.

-¿Sabes? No soy una psi-có-pa-ta... ¿Comprendes? -guardo unos instantes silencio, aunque no esperaba respuesta.- Y no vayas de gallo, no eres un playboy, capullo...

Me miraba incrédulo, sin entender nada de lo que había pasado, y... sinceramente, yo tampoco sabía por qué cojones había dicho eso...

"Bien Christy, tú sigue así y pronto te diagnosticarán problemas mentales"

-¡¡¡Oh, vamos, cállate!!!

Vaya, esto se me había ido de las manos... Ahora me estaba gritando a mí. Sacudo varias veces la cabeza intentando serenarme. El chico se levanta rápidamente y me mira con preocupación.

-Vaya...así que era eso... -su mirada se torna comprensiva, como intentando alentarme por algo que yo desconocía- ¿Estás colocada, no? Por eso te comportas tan extraña...

Me quedé perpleja... ¡¿Colocada?! ¡¿En serio?! ¿¡YO!?

Quería responderle que era un imbécil, que no estaba colocada, que aquí el salido del bolo era él... Pero, como siempre, mis palabras fallaron en el peor momento.

No se me ocurrió otra alternativa que darle la espalda y andar.

Sin más.

***

Se alejaba demasiado erguida, y murmuraba insultos que aumentaban de volumen conforme más espacio se interponía entre nosotros...

Sonreí inconscientemente. Chirsty, aún no sabía ni lo más mínimo, eso fue una sorpresa.

No debía decir nada, o al menos por ahora, podría terminar haciéndole huir. Sería mejor que la conociera, que intentara acercarme algo más a ella.

En verdad era una chica de lo más extraña, pero debo confesar que me divirtió su forma de perder los nervios.

Bastante especial, pero ella desconocía hasta qué punto.

Al levantarme, noté como la patada me había marcado con certeza.

Tendría que tener cuidado con la chica, no quería terminar en el hospital.

No sin antes haber cumplido mi objetivo.

La CárcelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora