capítulo 65

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Ai Ziyu quiere extender sus brazos para siempre y sostener por más tiempo a He Zhishu. Desea consolarlo y darle un poco de calidez, y de su propia fortaleza.

El amor que le tiene a He Zhishu, es profundo de principio a fin. No puede pensar en alguien a quien quisiera tanto como a él en el pasado y por ello, no tiene más remedio que ayudarlo. Intenta no perder los estribos por los sentimientos encaprichados de Jiang Wenxu, he intenta no perder la razón mientras sigue junto al cuerpo tembloroso de He Zhishu... Pero ya lo está besando, y no es algo inocente.

—Lo siento... Doctor Ai—. He Zhishu notó la extrañeza de la atmósfera—. Yo... No quería...

Ai Ziyu negó con la cabeza y sonrió a regañadientes.

—Ven a Yangzhou conmigo.

No explicó la razón, pero ambos comprenden que este lugar ya fue descubierto por Jiang Wenxu. No pueden mantener al hombre en el centro de detención toda la vida.

Zhishu negó con la cabeza.

—... Ai... ¿Puedo pedirte un favor antes de ir?

Parece que los dos se tienen un poco más de confianza ahora:

—Puedes pedir lo que quieras.

Ai Ziyu no dijo nada más. La saliva se le supo amarga cuando la tragó.

✤✤✤✤✤✤

Jiang Wenxu ha estado en el centro de detención durante cinco o seis horas. Alguien le pregunta su versión de los hechos cada determinado tiempo y él responde de inmediato siempre. Cuando nadie le está viendo, pasa por la puerta semiabierta. Mira las ramas de los sauces llorones que revolotean afuera, en el fondo.

No vio a su esposo hoy, y eso le entristece. Pensar en las palabras "He Zhishu" le hace querer llorar. Jiang Wenxu de repente se dio cuenta de que todo lo que había vivido junto a He Zhishu, ante los ojos de otras personas, había sido terrible en todo aspecto.

Nadie sabe que fueron muy felices, como cualquier otra pareja. Más unidos que nadie. Está convencido de que Zhishu recuerda el mismo pasado hermoso que él. Sus caminatas, sus lecturas, los partidos de básquet, el jardín de su abuelo, el consejo estudiantil, al maestro que los sentó en el mismo pupitre...

Al final, ¿esos momentos no importaron?

Jiang Wenxu estaba tan triste que lo pensó antes de recordar las palabras del horóscopo: "El cerdo y el perro están destinados al fracaso". Pero ha hecho muchas más cosas buenas por He Zhishu que cosas malas, ¿cierto? Jiang Wenxu recapacitó desde el principio hasta el final. Recordó como sufrieron al inicio. Cómo en el verano, el negocio de la empresa subió tan alto como el golpe de calor y las manos que trabajaron tan incansablemente fueron arrastradas por el viento frío en invierno, y se congelaron. En este tiempo Jiang Wenxu dejó a He Zhishu en casa y se dedicó a abrirse camino lejos de él. En ese momento, todavía no había amantes afuera, pero estaba muy agraviado por todo...

Jiang Wenxu cambió, y buscó placer.

Jiang frotó suavemente el anillo en su dedo anular. La persona que decepcionó fue a la que más amó en su vida. Un pensamiento tan desesperado que el astuto Jiang Wenxu ni siquiera pudo derramar lágrimas esta vez.

Los 10 años que más te améDonde viven las historias. Descúbrelo ahora