Diego vio entrar a Imregel franqueado con dos guardias a los lados.
El joven rey se veía tranquilo, lo suficiente como para matar a alguien y luego sonreír de forma pacífica, como si fuera un santo que viene a liberar de una causa maléfica.
Definitivamente Diego lo odiaba con todas sus fuerzas, quería humillarlo delante de la corte y que el muchacho sufriera hasta el punto de la más sucia verguenza, pero hacer algo así sería desastroso y desataría una batalla innecesaria. Así que con algo de sentido común, Diego aspiró profundamente y puso su mejor semblante.
— ¡Bienvenido a Portillo, Imregel de Yazpik! — la flamante sonrisa de Diego de Portillo hizo sonreír a Imregel pero por razones diferentes. El maldito era un excelente actor, pensó Imregel al ver la falsa y actuada sonrisa en el inexpresivo rostro siniestro de Diego.
Era como ver a una roca sonreír.
—Gracias Diego de Portillo. Es bueno verle.
Imregel mantenía un tono cordial, así que estrechó la mano, asombrándose cuando Diego de Portillo lo jaló hasta él y le dio un profundo beso todo húmedo e íntimo. Esa acción sí desconcertó a Imregel que no esperaba algo así. El joven rey estaba preparado para que Diego ordenara azotar públicamente por no acatar su papel de rey consorte en Portillo, cosa que Imregel no toleraría de ningún modo y su escolta atacaría en ese momento alertando a las tropas de Heller a atacar, pero eso no sucedió. Sin embargo, Imregel estaría alerta, pues no se tragaba ni un poquito la "nueva actitud civilizada", experta y galante de Diego.
—Imregel, eres más apuesto de lo que en su momento observé, Diego miró escrutadoramente a Imregel, quien no se amilanó, —Bueno, me imagino que es una impresión para usted el verme ahora y comprobar que no se ha casado con un monstruo como muchos lo hemos hecho. —Diego sonrió, la astucia del joven rey era respetable.
—Es bueno volver a mirar y comprobar que estaba en un grave error el cual estoy dispuesto a enmendar, —Diego torció los labios en algo parecido a una sonrisa.
—Diego de Portillo, cuando se cree que la pareja es poco agraciada y se aleja, solo habla de la banalidad de su persona, pero también puedo enmendar esa mala percepción que tengo de usted... —Las miradas retadoras que se dieron no dejaban duda alguna de que ninguno de los dos sedería. Ninguno estaba ahí porque hubiera algún noble sentimiento de por medio entre ellos y lo sabían muy bien.
Diego sonrió de lado, haciendo una seña con la mano al joven rey para que le siguiera el paso de camino al salón en donde les esperaba una comida con los más allegados de la corte, Diego ignoró a los dos guardias que iban con Imregel.
Cuando las amplias y elaboradas puertas se abrieron fue Diego quien hizo la presentación formal de su consorte el rey Imregel de Yazpik y Portillo.
Los presentes se acercaron con curiosidad hasta el hermoso y joven hombre, algunas de las mujeres estaban muy curiosas y se sintieron atraídas de inmediato por el rey, cosa que no pasó desapercibido para Diego quien observó las reacciones de Imregel.
Este definitivamente tenía la propiedad y porte de un rey de buena educación y de linaje bien rastreado.
Sonrió y fue amable en todo momento y nunca dio importancia al descarado coqueteo de las Mujeres, en definitiva su preferencia eran los hombres y Diego había invitado a una vasta cantidad de ellos.
Todos con diferentes características, pero que eran evidentemente guapos de forma ridícula, pues desconocía las preferencias de su ahora esposo consorte.
—Basta señores, mi esposo pensará que queremos abrumarle, Diego tomó por la cintura a Imregel, apartándolo posesivamente de un grupo de guapos militares condecorados que en silencio se disputaban inútilmente por llamar la atención del joven rey, llevándolo a ocupar su lugar a la izquierda de la cabecera de la mesa Diego le invitó a ocupar su lugar.
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En La Cama Del Rey
القصة القصيرةA Diego de portillo le ofrecieron diez años atrás a la hija del reino de Heller, es bien sabido que la casquivana reina anda en amoríos con uno de los generales de su ejército. Razón por la cual decide reclamarla antes de que una probable alianza c...