MI VECINO DE EN FRENTE

PRÓLOGO

* Hola a todos ustedes, solo espero que aprecien lo mucho que me he esforzado haciendo esta historia *

—Donde estoy— digo cogiendo mi cabeza y me levanto un poco mareada.

Estoy en un cuarto negro, oscuro, con una mesa y unas sillas una enfrente de otra, puedo ver sentada a una persona, se me hace familiar pero camino hacia allí. Es un hombre con un traje azul elegante y una corbata del mismo color.

—¡Siéntate¡— me ordena él

—¿Qué hago acá? - le pregunto mientras me siento en la silla, - ¿Dónde esta mi hermana? - le pregunto nuevamente

- tu y yo debemos hablar Clark, a solas y este es un lugar muy tranquilo— me respondo el señor, que por la poca luz, logro reconocer su cara.

- us..us ... ted..es— digo nerviosa
- por que Clark, por que me haces esto, yo que solo quería algo bueno para los dos, quería iniciar desde cero - se tensa, aprieta su mandíbula.

- yo no hice nada malo, solo lo rechace por que sabia que era lo justo después de hacerme tanto daño - estoy empezando a desesperarme, no me gusta la oscuridad.

- quiero todo de ti, ya te lo deje claro.

- si creo que cambie de perspectiva, el día que casi mata a el amor de mi vida, eso esta super claro - no puedo mirarlo a los ojos— usted es el causante de todos mis problemas, de como es mi vida ahora, pero no me arrepiento de nada, todo lo que hice, lo hice por mi bien.

- ¡BASTA¡— me grita y eso me enfurece mas

- usted no tiene el derecho a gritarme— lo digo mas calmada que él.

- tu eres la causante de mi locura, si estoy loco,es por ti— le dice tomando mi mano

- no me ponga un dedo encima— lo aparto de mi.

Intento salir de ese cuarto lo mas rápido posible, pero me detengo cuando escucho ese nombre.

- yo la ame, a Alexandra, ella era el amor de mi vida— dice nervioso.

- entonces, para que me trajo acá, a este lugar tan oscuro y tan privado— me vuelvo a sentar en la silla.

- lo que te contare Clark, será toda la verdad, pero es una verdad dolorosa y bastante compleja.

—Cuando una verdad ha sido fácil, nunca, solo quiero saber por que estoy acá— me cruzo de brazos.

—Empecemos desde que yo la conocí ...