Una chica de clase media baja, va a una Universidad privada, exclusiva para gente rica. Además de ser mirada con desprecio por sus compañeros millonarios, ella ha hecho enfurecer al líder de un grupo conocido como los F7, quienes son los herederos d...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Todos alrededor nos están mirando. Odio esto. Jungkook coge una silla, se sienta a mi lado y de repente acerca su rostro al mío.
—¿Qué quieres ahora?— pregunto nerviosa y me alejo de sus ojos locos.
—Invítame a cenar —soltó
—¿Qué?
—¡Oye! Deja de hacerte la sorda. Hiciste eso en el aeropuerto y ahora de nuevo. Es exasperante— se molesta y luego se para rápidamente de la mesa.
—Bueno, vete entonces —me encojo de hombros.
El rarito se sienta nuevamente, vuelve a acercar su rostro al mío y me mira fijo a los ojos —¡QUIERO - QUE - ME - INVITES - A - COMER! — grita — ¿Escuchaste ahora?
—Pero...
—Mañana a las 4pm. En frente de la Torre Namsan. Si faltas te mataré —se levantó inmediatamente de la mesa y se marchó. Es un hecho, ya enloqueció totalmente.
…
Fui con mamá al centro comercial a comprar ropa de invierno, el frío en Seúl era cada vez más intenso.
—Gabi, ven y pruébate esto— dice mostrándome un abrigo color rosa.
—Esto...— digo mientras veo el precio del abrigo— está muy caro.
—No te preocupes por eso— dice ella mientras me lo pone— Necesitas ropa nueva, no puedes usar siempre lo mismo.
Al mirar por la ventana, noté lo fuerte que está lloviendo, también recordé que Jungkook quería que lo viera en frente de la Torre Namsan a las cuatro. Pero... ya han pasado más de tres horas ¿Me estará esperando? No, imposible.
—Mamá.
—Dime.
—¿Alguien esperaría tres horas bajo la lluvia a otra persona?
—Para nada, a menos que esa persona esté loca.
—Espera... pero...
—¿Qué pasa?
—Ese loco idiota... mamá, tengo que irme. Ve a casa primero.
Abrí mi paraguas y salí de la tienda rápido hacia donde me indicó Jungkook.
Llegué, lo busqué con la mirada, hasta que por fín lo encontré, estaba con la ropa mojada debido a la lluvia, corrí hacia donde estaba y le compartí el paraguas.
—¿Qué haces parado aquí?— le grité.
Éste alzó su mirada hacia mí y me abrazó muy fuerte.
—¿Qué haces? Vayámonos— le dije.
—Tengo frío, ¿No tienes noción del tiempo? Llevo horas esperándote —tirita de frío.
