Capítulo 7 | La aventura comienza

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Dos semanas. Sólo dos semanas habían pasado desde el ataque de Wakiya y la desaparición de Shi Gen.

—Voy a ser una reunión, ¿Quieres venir? —Valt le preguntó a Rantaro.

—Hoy tengo planes, estaré ocupado toda la tarde.

—Ah, bueno. Entonces mejor lo hago otro día.

—Ok, adiós.

—¡Adiós!

Rantaro caminó hasta llegar al hospital.

—Ah, hola, Rantaro —lo saludó la recepcionista—. Vienes a ver a Wakiya, ¿verdad?

—Sí.

—Bueno, ya sabes que hacer. Ah, por cierto, alguien más vino a visitarlo.

—¿Quién?

—Amm, no me acuerdo de su nombre pero ya se fue. Desde hace rato.

—Ah, okey —puso su nombre en la libreta y la habitación que iba a visitar. 

Revisó la lista para ver quien más había entrado a la habitación 766, pero la última era de él mismo. Se le hizo muy extraño. Llegó a la habitación y abrio la puerta, Wakiya estaba dormido.

—*Fiu, que suerte que siempre vengo cuando está dormido* —pensó. Se sentó en una silla—. Ay, Wakiya, desearía que estuvieras despierto para poder escuchar esto, hay algo que desde hace mucho he querido decirte... 

(Para aclarar, ellos tienen 15/16/17/18/19 años, por eso Lui ya trabaja XD)



*Narra Wakiya*

Me empezó a dar sueño cuando alguien tocó mi puerta.

—¿Quién es?

—Mi nombre... A ti, por cortesía, te lo diré: me llamo Shi Gen; te conozco porque... la criatura que te atacó... fue por mi culpa. De hecho, fuimos yo y mis hermanos. Así que... queríamos invitarte a un lugar —le entregó un papel—. Esta noche, no le digas a nadie —estiró su brazo y las heridas que Wakiya tenía se curaron. Salió por la misma puerta.

—¿Okey? Eso fue raro —abrió el papel y no entendió ni jota— ¿Seguir al pie de la letra las instrucciones? —leyó la carta pero parecía que no sabía escribir bien los kanjis—. Hasta Rantaro escribe mejor que esto... —bostezó y se acomodó para dormir.

Un rato después, alguien entró a su habitación. Wakiya se despertó pero mejor se quedó quieto, como si estuviera durmiendo todavía.

—Ay, Wakiya —esa voz la conocía—, desearía que estuvieras despierto para poder escuchar esto: hay algo que desde hace mucho tiempo he querido decirte... —Wakiya sintió una mano pasando por su mejilla—. Te amo. Eres lo mejor que pudo haberme pasado en mi vida —quitó su mano— pero ya se que tu padre jamás te dejaría estar con alguien como yo, y por eso —se paró de la silla— no debo de estar aquí, adiós —le quito la sábana que cubría parte de su mejilla y le dio un beso—. Adiós... —estaba quitando la mano de sujetaba la de Wakiya pero sintió que se la apretaban más fuerte.

—Tienes razón... —Wakiya abrió lentamente los ojos y se sentó en la cama.

—¿¡QUÉ!? ¿¡ESTABAS DESPIERTO!? ¿¡Y ESCUCHASTE TODO LO QUE DIJE!?

—Claro, y lo que pienso es... —de pronto, el padre de Wakiya entró— ¡¿Papá?!

—Hijo... ¿Qué hace un Kiyama aquí? ¡Fuera de aquí! ¡Estás castigado, jovencito!

BeyBlade | En el bosque...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora