Mi segundo Fanfic publicado.
{El hecho de que lo lean es un gusto para mí, y el que les guste, un logro}.
*Los personajes utilizados no son de mi autoría, son propiedad de HASBRO y TAKARA, etc.* A excepción de mi Oc.
Todos se merecen una segunda op...
En pleno crepúsculo, habiéndome vestido para recibir a quienes traerían a Breakdown, desde una ventana del tercer piso oteé que se acercaba una caravana de vehículos variopintos, conformada por un trío de autos de lujo, una camioneta, una ambulancia y una moto, que escoltaban a mi querido blindado.
«Ahí está —pensé, y ansiosa por tocarlo, sentí miles de mariposas en mi estómago.»
—¿Todos ellos son Autobots? —pregunté a Miko.
—Así es —dijo emocionada—. Por cierto, gracias, Ivy.
—¿De qué? —Levanté una ceja, confundida.
—Por el incidente del bobo musculoso y tú, Jack, Raf y yo tendremos la oportunidad de convivir con nuestros amigos. —Alegre, tiró de mi mano—. ¡Vamos!, les adorarás.
Acortando por el ascensor, Miko me esclareció que mi Capitán se portó bastante mal en un pasado, razón que ameritaba su estricta vigilancia; enfatizándome que la rivalidad entre su guardián, Bulkhead, y mi «salvaje», era otro factor viable a que se generara un conflicto, por lo que me insinuó que mantuviera a la «fiera» bajo control.
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Una vez penetramos las paredes de la fortaleza médica donde me reuniría con ella, a consecuencia de mi temperamento destructivo, Bulkhead solicitó que se me esposara; pero Knock Out intercedió por mí aseverando que eso sólo empeoraría mi humor, y por ello sería preferible que se me concediera acercarme a Ivy sin intromisiones de terceros; sugerencia que, para sorpresa de los propios Autobots, fue aprobada por un agente de los humanos; un tal Fowler, cuya voz me pareció, extrañamente, muy agradable y familiar.
—¿Ansioso por ver a tu «preciosa dama»? —bromeó Knock Out.
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—No empieces con eso, Knock Out.
—De acuerdo, muchachote. No sea que tus sistemas se saturen y hagas cortocircuito. —Sonriéndome, acogió en el acto un audio privado—. Ok, enseguida voy, doctor. —Colgó—. Bueno, te dejo. Seremos presentados a la señorita primero. Yo te avisaré si debes salir de este hangar militar, o si ella es quien vendrá aquí. Ya sabes, para brindarles «privacidad».
En cuanto Knock Out se marchó, las piernas me temblaron a causa de los nervios de enfrentar los posibles reproches de Ivy; pero al mismo tiempo mi Spark rebosaba de excitación, pues quería verla y abrazarla .
