La mañana siguiente desperté y me giré hacia la izquierda para percatarme de que Sam ya se había levantado. Miré el reloj y marcaban las 8:57 de la mañana así que decidí levantarme y darme una ducha rápida.
Salí de la habitación y me dirigí a la de Dean pensando que allí estaban los dos desayunando, y para ser honestos, tenía hambre. Di dos golpes en la puerta y ahí estaba Dean; sin camisa, con una toalla que dejaba muy poco a la imaginación y descalzo. Acababa de ducharse, como yo.
-Buenos días –saludó con una sonrisa pícara mientras se agarraba a la toalla con una mano y con la otra en la puerta.
Por un momento olvidé como respirar o cómo articular una palabra.
-¿Te gusta lo que ves, no es así? –Seguía mirándome con esa sonrisa de ‘Hola, soy Dean Winchester. Enamórate de mí’.
Le miré a los ojos dispuesta a decirle que realmente no me interesaba y que había visto cientos de chicos mejores que él. Pero no lo hice.. Solo apreté mi puño, deseando golpearlo y bajarle su maldito ego.
-¿No hablas? –me preguntó con una risita.
-¿Y Sam? –pregunté mientras veía sobre sus hombros esperando ver a Sam, aunque en el fondo sabía que no estaba. Debo admitir que también lo hice para mirar aquella toalla que le cubría.
-Ha dormido contigo –esto lo dijo con otra intención como dándome a entender que no había dormido con él.
Puse mis manos en mi cintura y entrecerré los ojos.
-¿Qué estas insinuando, Winchester?
-Nada –levantó las manos en defensa pero con una sonrisa burlona.
-Eres un cerdo –y le di un golpe en su pecho.
‘Bonita excusa para tocarlo’, pensé.
-Te morías por tocarme, ¿o no? –arqueó una ceja.
Esta vez no me salvó la campana, Sam lo hizo.
-¡Buenos días chicos! He traído el desayuno –saludó y entró en la habitación de Dean apartándolo del medio.
Muchas gracias, Sam.
-Dean, vístete por favor –Sam le ordenó como si él fuera el mayor de los dos, y lo extraño es que Dean le hizo caso.
Después de que Dean se moviera de la puerta, entré.
-¿Cómo has dormido, _____? –preguntó Sam mientras ponía sobre la mesa la bolsa que había traído y sacaba cosas de ella.
-Bien, gracias –respondí mientras me sentaba en frente de él en una de esas pequeñas sillas que todos los moteles tenían.
-No sabía que traerte, así que opté por unas tortitas –me entregó mi desayuno.
-No te preocupes. ¡Me encantan!
-Pues entonces empieza a comer porque después iremos al bosque nacional, a seguir investigando.
Empezamos a desayunar y Dean salió del baño ya vestido.
-¿Qué me has traído a mí, Sammy? –preguntó con una gran sonrisa.
-Ensalada –contestó su hermano un poco cortante.
-¿Qué? No pienso comerme esa basura –protestó Dean.
-No es verdad –sacó de la bolsa un sándwich- Te he traído un sándwich con mucha grasa, tal y como te gusta.
Acto seguido, sonrió de nuevo y se sentó con nosotros.
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Battlefield [Dean Winchester y tu]
Fanfiction¿Nunca has querido mirar detrás del telón? Quizás lo hayas pensado demasiadas veces.. o quizás ninguna. Voy a contarte algo. Yo lo he hecho, y he mirado tantas veces detrás que ya no sé distinguir que lado es cada uno. Puedes creerme o no, tú eliges...