Capítulo 11

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-¿Qué? –exclamé- ¡Por supuesto que no!

-¿Entonces que es todo esto? –me preguntó con histeria mientras seguía apuntando la mochila llena de armas.

-Creo que ha habido una confusión –dijo Dean intentando calmar la situación- _____ no ha vuelto con ese tal Nathan del que tú hablas.

-No estoy hablando contigo –le respondió Saira.

-Saira.. –murmuré- No estoy con él, sabes que nunca volvería.

Yo me acerqué a ella poco a poco.

-¿Ah sí? ¿Entonces porque no respondías mis llamadas? Lo único que puedo pensar es que hayas vuelto con yo lo sé todo y soy el mejor –dijo refiriéndose a Nathan- y que ellos trabajen con él.

Yo no dije nada, y respiré.

-¿Quién es Nathan, ______? –me preguntó Dean mirándome a los ojos sin pestañear.

Aparté mi mirada de Dean y bajé mi cabeza.

-Saira, será mejor que vayamos a tu casa.. –la miré- Allí te lo explicaré todo.

-Sí, me parece buena idea –mi amiga se cruzó de brazos como si fuera una madre que acababa de darle la típica charla a su hija adolescente.

Me alegré al saber que Saira se preocupaba por mí y que siempre iba a estar ahí a pesar de mis errores; comprendía el porqué de su molestia al pensar que yo podía volver con Nathan, porque lo único que podría traerme eran problemas y dolor.

-Chicos, nos vemos mañana.

-Está bien, pero si pasa cualquier cosa llámanos –dijo Sam como si fuera mi hermano mayor.

Yo asentí y esperé a mi amiga.

-Encantado de conocerte, Saira –le dijo a ella, pero no respondió.

-Te espero fuera –eso fue lo único que dijo, y acto seguido salió de la habitación.

Cogí mi mochila del suelo y me dirigí a la puerta, pero Dean me detuvo cogiéndome de ambos brazos.

-Tú y yo vamos a hablar cuando vuelvas ¿vale? –no le iba a decir que no porque conllevaría a otra discusión y ya tenía suficiente. Así que me limité a asentir y a fingir una sonrisa.

Él me dio un beso en la frente y después me fui.

Llamamos a un taxi y nos fuimos al apartamento de mi amiga, no dijimos nada durante todo el camino pero no fue tenso.

-Pasa –dijo abriendo la puerta de su pequeño pero acogedor apartamento.

-Gracias –entré y me di cuenta que sobre una de las mesitas tenía una foto nuestra en la que estábamos sonriendo. Me acordaba de aquel día, fue cuando nos fuimos de viaje las dos juntas.

-Ya estamos aquí –dejó las llaves sobre la mesa- ¿Me lo explicas?

Yo me acerqué a ella y me apoyé en la mesa intentando buscar las palabras adecuadas para no provocar una reacción mala en ella.

-Para empezar quiero que sepas que no he vuelto con Nathan. Él ya es de mi pasado y estoy haciendo todo lo posible para que se quede dónde está. Ni siquiera lo he vuelto a ver en estos últimos 2 años.

-Te creo –dijo finalmente, entonces me relajé- Pero.. ¿quiénes son ellos? ¿Y qué hacen con armas? ¿Estás metida en el narcotráfico?

Yo solté una carcajada.

-¡¿Qué?! –sonreí- No estoy tan mal ¿sabes?

-Es que contigo no se sabe lo que va a pasar –sonrió.

Battlefield [Dean Winchester y tu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora