Battlefield [Dean Winchester y tu]

Capítulo 20

Ya era tarde y mi actuación había acabado. El dueño del local me llamó para pagarme, y cuando lo hizo yo volví con mis amigos. Sam, Dean y Diego estaban hablando y riendo mientras se tomaban unas cervezas juntos.

Yo me acerqué a ellos e intenté descubrir de que estaban hablando. Pronto lo hice; Diego les estaba contando cosas sobre mí. Cosas que nos habían pasado.

-Entonces se quedó completamente desnuda en la piscina –acabó de decir justo cuando se dieron cuenta de que yo estaba allí.

-Hubiese pagado por verlo –dijo Dean, acto seguido dio un trago.

-¿Otra vez contando mi historia de cuando se me desataron las dos partes del bikini? –interrumpí. Él me miró y se puso serio.

-Has estado genial –me dijo Sam con una sonrisa.

Yo asentí con la cabeza dándole las gracias.

-¿Os apetece seguir esta conversación en el apartamento? Podemos volver y pasar una buena noche.

Acto seguido miré a Dean, que me miraba con su mirada seductora. A todos nos pareció bien, así que volvimos al ático.

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Solo entrar los chicos se dirigieron al sofá y yo a la cocina. De una estantería saqué una preciosa botella de Vodka, y me acerqué a ellos con los vasos y la botella.

-Mirad que tengo aquí –lo dejé todo sobre la mesa.

-¡Oh no! No puedo.. –se quejó Diego.

-Oh vamos, no puedes resistirte –le respondí.

-Solo un poco –intentó convencerle Sam.

La verdad es que también me parecía extraño ver a Sam tan convencido para beber. Nunca lo había visto. Dean se levantó del sofá para quitarse la chaqueta de cuero y la dejó a un lado, entonces caminó y se acercó a los altavoces y puso música.

La canción Let's get rocked de Def Leppard empezó a sonar y me sentí como en el cielo. Tenía todo lo que quería en una misma habitación, solo faltaba alguien.

Estuvimos una hora bebiendo y hablando sobre varias cosas. En un momento Diego se levantó y se fue a una esquina a hablar por teléfono. Dean también se levantó y fue a la habitación. Sam se quedó en el sofá, no había bebido tanto como yo o su hermano pero estaba algo mareado. Yo le acaricié el pelo y le dije que ahora venía. Entonces fui detrás de Dean. Abrí la puerta de la habitación y la cerré a mis espaldas. Él se dio cuenta y se giró para mirarme.

-¿Quieres saber una cosa? –le dije, entonces me fui acercando lentamente- He decidido recordar esta noche para siempre, y no quiero que acabe sin haber estado contigo.

Dean sonrió y entonces puso cara de extrañado.

-¿Estás diciendo lo que creo que estás diciendo?

Le miré con una gran sonrisa y entonces lo confirmé.

-Sí –agaché la cabeza porque empecé a sonrojarme.

Ambos estábamos algo borrachos pero lo había decidido anteriormente y no quería irme sin cumplir mis objetivos.

Puso su mano derecha en la parte baja de mi espalda y me acercó a él, yo puse mi mano en su pecho y nos empezamos a besar. Teníamos tantas ganas de estar el uno con el otro que no podíamos parar de movernos. De una pared a otra, tomando el control cada uno en su momento. Eso sí, sin dejar de besarnos ni por un solo segundo.

Al final, cuando ya nos habíamos cansado de chocar contra las paredes, decidimos que era mejor un terreno suave. Así que caminamos hasta la cama, él me dejó con cuidado sobre ella y se puso encima mío tocándome por todos lados. Yo hice lo mismo que él, y en un momento dado giramos quedando yo encima de él.

-No sabes cuánto he esperado, nena.. –me susurró.

En ese momento abrieron la puerta de la habitación. Ambos nos giramos para mirar y vi a Diego allí, mirándonos sin decir una palabra.

-No me lo puedo creer.. –dije yo agachando la cabeza.

Dean apoyó su cabeza contra la almohada y cerró los ojos. Nos lo habían estropeado de nuevo.

-Lo siento.. pero hay alguien a quien deberías ver –me dijo con un tono de voz apenado. De verdad lo sentía.

Me quité de encima de él y salí de la habitación. Entonces allí enfrente mío estaba Saira, mi amiga. Estaba sonriendo, yo solo verla me acerqué a ella para abrazarla.

-¿Cómo has llegado aquí? –le pregunté sorprendida.

-Pues había quedado con Diego, y me ha llamado hace unos minutos diciéndome que estabas aquí con los hermanos.

Entonces de la habitación salió Dean abrochándose la bragueta.

-Oh hey Saira –la saludó- ¿Cómo lo llevas?

Ella rápidamente me miró, yo miré hacia un lado intentando esquivar su mirada.

-Si he interrumpido algo.. yo.. –se disculpó- Podéis seguir, yo me quedaré aquí. Tengo buena compañía.

Miró a Sam y se sentó a su lado. Sam pasó el brazo por detrás de los hombros de Saira y la acercó a él.

-¿Qué tal, pequeña? –le dijo.

Dean echó su cabeza hacia atrás, no se creía lo que había dicho su hermano. En ese momento vi el reloj, y me di cuenta de que ya era muy tarde. No iba a cortar el rollo pero yo me iba a dormir.

-Chicos, lo siento muchísimo pero yo me voy ya a dormir –miré a Saira- Mañana hablamos ¿vale? Es que de verdad, estoy cansada.

-Sí, tranquila. No te preocupes –me dijo ella, pero no me prestó mucha atención.

Diego también decidió irse a su casa. Al verle salir por la puerta me fui a mi habitación, pero no estaba sola.

-Pensaba que te quedabas –le dije.

-¿Mientras se dan el lote? –me respondió gracioso- Prefiero estar contigo.

-No lo preferirás cuando te enteres de que lo de dormir era cierto.

-¿Qué? Yo pensaba que esta noche iba a ser inolvidable.

-Sí, ya. Bueno, nuestro momento ha pasado.

Me metí en la cama con la ropa puesta y todo.

-Puedes quedarte conmigo esta noche si quieres.

No respondió a eso. Solo se metió en la cama y puso su mano en mi cintura para a él. Yo ni me molesté en apartarle la mano. Estaba contenta.

Debo admitir que a pesar de dormir a su lado, me costó. Principalmente porque en la habitación del lado había mucho ruido. Al menos alguien se había divertido con uno de los Winchester.

Lo que hacemos por nosotros mismos, muere con nosotros.

Lo que hacemos por los demás y por el mundo, permanece y es inmortal.

Espero que os guste el capítulo! ¿Que pasará ahora? Quiero dedicarle el capítulo a todos los del grupo, sois los mejores amores:) Votad y comentad para el siguiente*-*