Battlefield [Dean Winchester y tu]

Capítulo 19

Sam y yo nos colaríamos en la casa para destruirle el altar y la cruz, mientras Dean distraía a los guardias que había alrededor.

-Eh –les llamó la atención Dean- ¿Qué me ibais a hacer temer?

Acto seguido los policías empezaron a correr detrás de Dean. Eso nos dio la libertad que buscábamos. Dimos vueltas alrededor de la casa y encontramos una trampilla en el suelo, conducía a un sótano.

Bajamos las escaleras y nos metimos dentro. La puerta se cerró a mis espaldas. Entonces, cuando comprobamos que estábamos solos decidimos mirarlo todo al detalle.

En una pared vimos una mesa con velas y diferentes objetos que ayudaban a que el ritual se cumpliese. En medio había una foto de la siguiente víctima, Dean.

-Le di la vida a tu hermano y puedo quitársela –Sam y yo nos giramos asustados porque Swan estaba allí.

Nuestra reacción fue tirarle el altar al suelo. Salimos corriendo detrás de ella, pero fue más rápida y nos encerró. Por mucho que golpeáramos, no podíamos salir por allí.

No había tiempo para charlas, teníamos que salvar a Dean. Y por suerte encontramos una ventana, algo estrecha pero en la que ambos podíamos salir.

Yo a lo lejos vi a Dean arrodillándose en el suelo, sufriendo. Y a otro lado vi a Swan rezándole a la cruz.

-¡Yo me ocupo de ella! –me informó Sam.

Mi reacción fue correr hacia Dean e intentar ayudarle. Le cogí en brazos, e hice fuerza para que no cayera al suelo.

-Estoy aquí –dije para llamarle la atención, pero parecía mirar otra cosa- Soy yo, Dean. Mírame a mí.

Miré a Sam y vi cómo le tiraba la cruz al suelo, dejando ver que dentro de ella había sangre. Entonces miré a su hermano, pensando que todo había acabado pero seguía igual. Ahogándose.

-Dean, te juro que si sales de esta voy a acostarme contigo –dije en un intento desesperado.

Entonces todo pareció parar en un instante. Dean dio una gran bocanada de aire y su pulso volvía a ser normal. Me miró y sonrió al ver que yo le estaba sujetando.

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Estábamos en la habitación del motel, Sam recogiendo las cosas y Dean sentado en la cama. Yo iba a decir algo pero llamaron a la puerta y nos interrumpieron. Era Laila y quería hablar con Dean a solas. Sam y yo nos dirigimos a la puerta y nos fuimos de allí, no sin antes cruzar miradas con Dean.

Yo aproveché y fui a mi habitación a recogerlo todo. Lo cual fue bastante rápido, la verdad. Para cuando ya había acabado, vi como Laila salía de la habitación y Sam no estaba. Así que aproveché y me colé yo. Cerré la puerta para tener intimidad. Dean tenía los ojos llorosos. Supuse que era por Laila. No la habíamos salvado, pero era ella o Dean. Y sinceramente, a uno le tenía cariño y a otro no.

-¿Estás bien? –intenté iniciar una conversación.

Él me miró, se mojó los labios y apartó la mirada de mí.

-Por primera vez en mucho tiempo siento que no he hecho todo lo que podía para salvar a alguien..

Me metí las manos en los bolsillos y me puse enfrente de él.

-No hagas eso, Dean –hice una breve pausa- No es tu culpa.

Puse mi mano en su mejilla, y él me miró con esos ojos verdes.

-Además, has salvado a mucha gente –sonreí- A mí, por ejemplo.

Asintió y se mordió el labio.