Capítulo seis: Los modales hacen al hombre.
JOHN LOS HABÍA AMENAZADO, LO HABÍA HECHO y probablemente deberían estar preocupados, cualquier otra persona en su lugar lo estaría pero ellos no y a Lilith le encantaba eso.
Ella no era una mujer que estuviese acostumbrada a agachar la cabeza ante nadie, Sam y Bucky mucho menos y el que tuviesen aquel pequeño detallito en común la hacía sentir segura. Segura de sus pasos, de sus decisiones pero sobre todo de lo que comenzaban a formar, que realmente aún no sabía como catalogar.
—Gracias por no intervenir cuando John me amenazó — dijo la castaña con voz sosegada, fijándose en como iluminaban los tenues faros la calle solitaria. No veía a sus acompañantes pero sabía que estos a ella sí, por lo que agregó — Gracias por dejar que me encargara.
—No me agradezcas a mí — respondió Bucky de primero — Yo quería golpearlo.
Sam asintió divertido, como si el momento en el que James se convirtió en un toro rabioso se estuviese repitiendo en su mente una y otra vez.
—A mí es a quien debes reconocer — canturreó el moreno arrogante — Bueno... no tú sino Walker. Yo evité que Bucky le deformara la cara de un golpe.
El mencionado hizo una mueca al tiempo que miraba al moreno de reojo.
—Sí, oye ¿Por qué? — se quejó Barnes — Le habría hecho un favor al mundo.