Capítulo 23

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(Este capitulo ha sido modificado el 13/4/24 debido a las políticas nuevas de wattpad. Palabras vulgares sobre la intimidad masculina han sido cambiadas por algún sinónimo para evitar la eliminación de la novela)


— ¿Quieres hablarlo? — le preguntó Tae al paso de unos minutos de llegar al apartamento de Jungkook. Se sentaron a tomar el café con los pastelitos que habían pedido en la mesa ratona. Por lo que estaban sentados en el suelo juntos, pasando el rato. 

Jungkook se calentaba las manos con el café mientras veía el humo subir y perderse en el aire. 

— Todos se burlan de mí — susurró. No sabía qué más decirle, ya todo lo sabía — yo sé que me usaban para que les hiciera sus tareas, pero lo del otro día fue... fue el colmo. Fue demasiado. 

— Veo que estás demasiado enojado todavía — Taehyung bebió el primer sorbo de su café y le dio asco de tan amargo que se sentía. Le preguntó a Jungkook donde estaba la azucarera y le metió seis cucharas bien llenas. Jungkook lo miró con cara rara, pensó que era demasiada azúcar. 

A Jungkook se le quebró el corazón. ¿Cómo era posible explicar y sacar todo lo que había sentido en ese momento?

— ¿Haz visto cenicienta? 

— Sí. Aunque era demasiado pequeño cuando la vi. Apenas me acuerdo. 

— ¿Recuerdas la escena en donde las hermanas le rompen el vestido?

—Sí. 

— Me sentí así. 

Jungkook miró hacia otro lado y suspiró. 

— Me sentí miserable... exactamente igual.  No tienes idea... Tae, de verdad no tienes idea. Yo estaba recogiendo las hojas y todos ellos estaban por encima de mí. Se sentía la diferencia, yo... 

Pero no pudo más y rompió a llorar. 

— Todos tienen razón, fui un imbécil por aceptar hacer tantos trabajos. 

— Arriesgaste tus horas de sueño — prosiguió Tae — y para nada. 

Jungkook bebió un poco de café. 

— ¿Sabes porqué lo hago?

— ¿Qué cosa?

— Por qué hacía la tarea. 

— Dijiste que te gustaba. 

— En parte si... pero la verdad es que es para mantenerme ocupado. Para no pensar en lo mal y solo que me siento. Para no pensar que sigo siendo un chico humillado y burlado por todos. Ellos dicen que soy un raro por tener todas esas cosas en mi habitación, ya sabes de lo que hablo. 

— ¿Pero ellos como saben que tu tienes una colección de dildos en una repisa? Jungkook, no pudieron haberte espiado por la ventana. 

— Pero hace como un año tuve que hacer trabajos en grupo y no me quedó otra opción más que hacer pasar a mis compañeros a casa. Cuando invité a Jackson él estaba buscando el baño y abrió mi habitación y bueno, ya sabes las cosa que tengo ahí. 

— Ah... entonces él le dijo a todo el mundo. 

— Él solo lo mencionó porque le había resultado raro. Pero nadie le había creído, hasta tiempo después en el que tuve que hacer otro grupo y bueno, las personas que vinieron a mi casa solo vinieron para ver mi colección de autosatisfaccion. ¡Ni que fuera un museo, por dios!

— Debes admitir que no es muy común que digamos. No todo el mundo tiene varios de esos en sus casas.

— Sí, eso lo sé. 

— Tienes razón Jungkook. Después de todo no tenían derecho a divulgar esas cosas sobre ti. 

Jungkook se alzó de hombros. 

—Ya no sé cómo sentirme. Estoy tan solo... Las personas se dejaron de interesar en mi porque supuestamente soy un "adicto al sexo" ¿sabes? Quizás tienen razón, pues sí... lo soy, me gusta y eso no es un problema. Pero creen que estoy loco porque... bueno — jungkook se rascó la nuca algo tímido — básicamente tengo sexo conmigo mismo ¿no? si estoy solo, ¿no sé qué esperan que haga? Si nadie más da sexo, pues yo mismo... tengo esas cosas ahí. Después de todo es una necesidad.

Taehyung no supo que contestar. Jungkook estaba súper solo, incluso estaba solo en su propia casa y Tae sabía que no tenía ni un solo amigo. Ni uno solo. 

Eso sí debía ser feo. 

— ¿Yo no te gusto? — se aventuró a preguntar Tae. Por dios, debía dejar de ser tan directo. Pero no podía evitarlo. 

— No sé lo que siento por ti. Es verdad que a veces me haces pensar... ayer se sintió bonito dormir contigo ¿sabías que me estabas abrazando? eso fue taaaaan tierno. 

Jungkook se animó a pellizcarle las mejillas y Tae se lo quedó mirando con una sonrisa tonta en la cara. 

— ¿Necesitas que me quede a dormir otra vez?

Aquellas palabras eran las acertadas. "Necesitas" no, "Quieres". Taehyung lo sabía perfectamente. 

— Solo si prometes abrazarme. 

— Sí, lo que quieras. — Tae le sonrió y para Jungkook fue la sonrisa más hermosa del mundo. — ¿Me puedes aceptar la cita cuando te sientas mejor?

Jungkook bajó la cabeza y sonrió a medias. 

— ¿No estás planeando aprovecharte del tonto nerd o sí?

— No, Jungkook. ¿Cómo puedes pensar eso después de las pequeñas cosas que hice por ti?

Jungkook bajó la cabeza. Era verdad. Taehyung lo había defendido cuando nadie más lo había hecho. Había amenazado a los estudiantes para que dejaran de molestar a Jungkook y el otro día se había preocupado en comprarle comida a altas horas de la noche, solo para saber cómo se encontraba y pasar un tiempo con él. 

Taehyung había hecho más de lo que cualquier otra persona hubiese hecho. A decir verdad, era el único que había hecho algo. 

— Claro... Quizás la próxima semana mi animo mejore. 

— ¿Y a donde te gustaría ir? — Tae se comió el último pastelito. 

— ¿Centro comercial? Hay una librería que me gustaría que vieras. 

— Yo no leo, Jungkook. 

Jungkook le hizo ojitos y a Taehyung le pareció adorable verlo así con los lentes. Cuando el menor miró para otro lado Taehyung se acercó a él y le plantó un casto beso en la mejilla. Jungkook sintió la calidez de sus labios y un pequeño cosquilleo en la mejilla, indicando que quería más besos. Sintió hasta unas cosquillas raras en el estómago. 

— Mmm... supongo que puedo leer algo por ti. Pero que no sea un libro muy largo por dios. 

Y Jungkook solo supo pensar: Aquí es. 

El nerd adicto al sex [TK] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora