Existen infinitos realmente relativos.Infinitos que pueden reducirse a cosas realmente pequeñas, sin necesidad de tiempo ilimitado.Infinitos que guardan un centenar de emociones que nunca nos atreveríamos a decir.
No sé si él conocía de infinitos, pero juro, que yo en él, los había visto millones de veces, tan fugaces como tan sublimes.
Eran infinitos sus ojos, una mezcla de otoño y primavera rebosados en pura magia.
Cuando me miraba podía jurar que se formaban estrellas en las nebulosas de mi
corazón.
Eran infinitos sus besos, asesinos de miedos, ladrones de corazones.Unos besos perfectamente creados para corromper esa inocencia que tanto pretendía mostrar.Unos besos creados de preguntas que mis labios intentaban responder.
Era infinita su boca; su boca llena de travesuras y de maldades, era una envoltura para cada uno de mis besos.
Eran infinitas sus manos, queriendo subir siempre un poco más la falda, queriendo leer a libro abierto ese artículo que siempre ocultaba al final de la página de la esquinita doblada.
Y ya que hablábamos de infinitos, démosle un especial reconocimiento a esas mordidas que se daba en su labio inferior después de besarnos.Les pido su colaboración con su voto⭐para que sigamos creciendo.
Pronto estaré publicando más historias, siganme para leerlas.
Evelyn❤
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Las amantes también se enamoran ©️ [Completa]✔
RomanceEntonces llegó el verano, y, el corderito (que no necesitaba su lana para protegerse del frío) comenzó a correr entre los arbustos y los campesinos que intentaban comérselo; y corrió y corrió, pero sus patitas eran demasiado cortas y de vez en cu...