El corderito y el lobo

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Entonces llegó el verano, y, el corderito (que no necesitaba su lana para protegerse del frío) comenzó a correr entre los arbustos y los campesinos que intentaban comérselo; y corrió y corrió, pero sus patitas eran demasiado cortas y de vez en cuando el lobo alcanzaba a hacerle daño.

Pero entonces, llegó un día en que el
corderito se cansó de intentar escapar y habló con el señor lobo.

—Señor lobo, hemos de ponerle fin a este círculo vicioso de querer coger(nos) de vez en cuando y no llegar a amar(nos) nunca. Lo siento, entre tanto tira y encoge, me he enamorado de vos, y lo sabes tan bien, que no puedes mirarme a los ojos sin sentirte culpable.
Si me dejas ir, me volveré a convertir en ese dragón al que todos quieren descifrar (todos excepto tú) y tú seguirás viviendo tu cuento de Disney con tu princesa en el
castillo.(aunque no prometo no volver algún día y prenderle fuego)

—Te dejaré ir corderito, pero sé que nuestra historia no termina aquí, porque, como las amantes también se enamoran, desearía que también se enamorasen los infieles, y no dejar este cuento sin segunda parte. Porque usted y yo señorita tenemos muchas cosas pendientes, y los lobos de ahora ya no nos comemos a las abuelitas, pero sí tenemos cierta predilección por los corderitos que se convierten en dragones.
—Entonces señor lobo, volveremos a vernos, no establezco un tiempo preciso, tenemos cuarenta infinitos para extrañar(nos) y buscar(nos) de nuevo. Porque, aunque ya no me llames “Nena”, ni tengamos un amor tóxico como el de Tokio y Río o como el de Tessa y Hardin; porque, aunque ya tus “en línea” no extrañen mis “escribiendo”, y las alas que hiciste que me crecieran una vez, las dejé guardadas en un cajón, aunque decirte “Te odio” parezca real ahora o ya no exista cuarentena en la que te extrañe.

Aunque ahora me cueste caer en un proceso judicial con vos, aunque ahora todas las velas se apagaron y nunca se cumplieron mis deseos, aunque nuestras reacciones químicas cambiaron de probetas y el despiadado vándalo ya no ha vuelto a atracar el “Museo de los Corazones Rotos”; a pesar de todo eso, sigo pensando que eres la persona más hermosa del mundo, y, que, entre faltas de ortografía, sigues siendo jodidamente perfecto.

Y ojalá con TNT hubiera volado aquel puente, pero a pesar de los riesgos, sé que pronto pasaré a ser solo un TBT. Y aunque mi corazón esté en demolición y ya no queden ni restos de aquella piscina en la que algún día me ahogué, nuestras pieles aún tienen un café pendiente, y aunque nos de miedo, algún día lo llamaremos amor.




Nota de la Autora:
Después de tanto tira y encoge llegamos al capítulo final. Me duele despedirme de ustedes y de esta historia que nos hizo emocionarnos, reír y querer miles de finales para ella.
Sé que muchos no estarán de acuerdo con este final, pero en mi opinión era lo mejor que le podía pasar a la protagonista, y por eso se los dejo como consejo: Aléjense de las personas que no les hacen bien, no importa si tienen que romper su propio corazón para lograrlo. Siempre aparece alguien mejor y que te trata como mereces. No acepten menos de lo que saben que les está merecido. Espero que hayan disfrutado tanto como yo al leer la historia.
Muchísimas gracias si se han quedado hasta la última letrita. Los llevo en el corazón.
Los quiero un montón,
                                          Evelyn.

Las amantes también se enamoran ©️ [Completa]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora