Juro que llegué a odiarle más de una vez.
Era un odio de esos que realmente no quieres sentir, de esos que salen en las películas románticas y siempre terminan en sexo.
Lo odiaba, lo odiaba con todas las ganas que tenía de amarlo.Yo era como una
montaña rusa, y él esa electricidad que la hacía funcionar.Tenía poder sobre mí, me elevaba de tal forma que luego cuando me hacía descender solo me acordaba de lo alto que había estado. Era como esa serie que siempre ves una y otra vez, y te sigue
emocionando y sigue haciéndote reír.Era una droga, de la cual nunca tenía suficiente, y que al final acabaría haciéndome daño, y no existiría rehabilitación más cuerda que volver a consumir otra dosis de él.
Lo odiaba, odiaba que me hubiera hecho volver a enamorarme. Odiaba pensarlo
siempre y no tenerlo nunca.Odiaba que ella tuviera todo lo que yo quería.Odiaba
no saber cuál era la diferencia entre lo que sentía por ella y lo que sentía por mí (aunque evidentemente nunca llegaría a ocupar su lugar, porque yo no quería su
lugar, yo quería más, quería más de lo que le hubiera podido dar a alguien).Odiaba
su forma de hablar de ella y odiaba no saber si le había hablado a alguien de mí.
Odiaba los “si tú supieras” que nunca llegaba a saber.
Y odiaba que se repitiera siempre la misma frase en mi cabeza: “Amar a dos, les rompe a tres el corazón”¿Alguna vez se han sentido así? Los leo en los comentarios📖 Feliz domingo
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Las amantes también se enamoran ©️ [Completa]✔
RomanceEntonces llegó el verano, y, el corderito (que no necesitaba su lana para protegerse del frío) comenzó a correr entre los arbustos y los campesinos que intentaban comérselo; y corrió y corrió, pero sus patitas eran demasiado cortas y de vez en cu...