Estaciono el auto.
Las palabras de mi madre siguen en mi cabeza.James podrá entenderlo cuando crezca ¿verdad?
Mi celular suena.
-Mami. - James me extiende el aparato.
- Gracias. - Lo veo mover los pies y su mirada fija en la ventana. Está impaciente.
Sólo es un mensaje de Nathan.
《Los espero en la entrada》 -NH
- Bien. - Giro mi rostro para ver al pequeño. - Ya nos espera. - Sonrío.
Quiero que mi hijo disfrute de este momento, que sea agradable para él poder compartir un día con su mamá y ahora también papá.
Primero bajo la canasta y nuestra mochila con nuestras cosas, saco a James de su asiento y le pido que no se aparte o distraiga, tomó mi bolsa de mano que estaba a su a lado. Como puedo acomodo todo en mi espalda, hombros y mano.
James inmediatamente sujeta mi mano, a nuestro al rededor no hay tantas personas como esperaba, quizás es porque es temprano.
Caminamos un poco y llegamos al frente.
Visualizo al castaño, sentado en una de las mesas, lleva puesto unas bermudas azul marino, una camisa de tirantes blanca y encima una de botones con estampados sin abrochar, y unas converse blancas.
-Ahí.- James apunta.
- Vamos.
Nos detenemos frente a él.
- Hola. -Nos observa.
-Hola. - Sujeto la canasta con fuerza.
- Déjame ayudarte. -Se levanta y me la quita. - ¿Están listos? - Toma una mochila negra y la cuelga en su hombro.
- ¡SI! -Contesta el pelinegro emocionado.
Ambos reímos.
- Pues ... no hay que esperar más. - James toma su mano.
Nathan luce impresionado pero no dice nada, sólo sonríe y los tres entramos al lugar.
Decidimos ponernos alejados de la entrada pero cerca de la alberca, extiendo la sábana que traje para poder sentarnos.
James está en la orilla observando la alberca. Trato de no alterarme y asustarlo.
- James. - Lo llamo. Él gira y señala el agua.
- ¡Mira! - Se agacha y siento que el corazón me late a mil.
- Hey! - Nathan lo carga y lo pone en su hombro. - No debes estar así de cerca, podrías caerte y ahogarte. - Se sienta frente a mi y lo baja. - ¿Acaso sabes nadar? - James niega.- Bueno entonces no te acerques tanto, preocupas a tu mamá. - El pequeño me observa.
- Sólo haz lo que dijo ¿ Está bien? - Acaricio su mejilla.
-Okay.
Se acerca a la canasta.
- ¿Puedo comer mi sándwich?
- No sé si Nathan quiera almorzar ahora. - Contesto mientras busco el bloqueador.
- Por mi está bien. - Observo al castaño, se quita ambas camisas y se pone unos lentes de sol.
《¡Santa madre!》
Aparto mi vista de él.
- Ven aquí, bebé. - James toma su apreciado peluche de dinosaurio y oculta sus mejillas sonrojadas.
Lo pongo entre mis piernas y aplico suficiente bloqueador en su cara. Su ojos no dejan de moverse a su alrededor.
- Si quieres comer primero, deberás esperar a entrar a la alberca. - Toco la punta de su nariz.
Arruga su frente.
- ¿Es mucho tiempo?
- El suficiente para que no vomites. - Nathan responde y se acuesta.
James se acerca a él.
- ¿Tú me llevarías?
- Por supuesto, incluso puedo enseñarte a nadar.
Observo a ambos y mi corazón se llena de felicidad.
Agradezco tanto en que Nathan no se comportará de la peor manera al enterarse de que tiene un hijo y que esté dispuesto a compartir tiempo con él.
Es todo lo que deseaba para James, es todo lo que él necesita.
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"New Angel" | NH
Teen Fiction| Segunda parte de "Small talk" | También se puede leer de forma independiente La historia entre Nathan y Addy continúa, sus caminos se encontrarán de nuevo después de 4 largos años y desde que uno no supiera del otro. ¿Será realmente un buen momen...