El lunes Nathan nos invita a cenar.
Dudosa observo su mensaje, el vuelo de Alen aterriza las 21: 00 pm y prometimos recogerlo e ir a comer algo juntos después.
Me recargo en mi silla y dejo caer mi cabeza hacia atrás.
- Uh ¿Acaso las cosas no van bien en el paraíso? - Maggie llega de la hora de la comida.
- Espera, creo que los ángeles cantan muy fuerte. - Le contesto, ella ríe y niega. Regreso mi vista a la Tablet con todos los curriculums enviados. - Muchos son jóvenes que aún estudian. -Le comento a mi compañera.
Los de recursos humanos me enviaron algunos de los que les parecían las mejores opciones, después yo tenia que revisarlos y considerarlos pero al final el jefe era quien tenia la ultima palabra.
- Si cariño, pero no tienen experiencia y no podemos arriesgarnos.
Pongo los ojos en blanco, fue lo que la empresa de Nathan me dijo en Los Ángeles.
- Pero como quieren que tengan experiencia si no se les da la oportunidad. -Frustrada observo los documentos de una chica.- Creo que sería buena idea que se abriera la opción a aceptar a pasantes universitarios o becarios muchos realmente necesitan un empleo o tan sólo la experiencia y creo que deberíamos sentirnos honrados en que elijan nuestra empresa para trabajar. Y el hecho que sean jóvenes no significa nada, muchos aquí, adultos y unos muy mayores sólo quieren poder y más dinero así que es injusto.
- Addeline. -La voz del señor Wolley me sorprende y me deja congelada en mi lugar.
-Si señor.- Me levanto despacio.
- Envíame esos curriculums y si tienes a algunos candidatos, para llamarlos y hacerles la entrevista. -Asiento. - Aunque sean universitarios.
Maggie gira el rostro sorprendida.
- Tienes razón, no podemos rechazarlos. - Le da un vistazo a la Tablet en mi mesa. - Supongo que si su historial académico es muy bueno, es el reflejo de su esfuerzo y dedicación. Y efectivamente debemos brindarles oportunidades y no cerrarles las puertas.
- Sólo era mi opinión. - Susurro.
- Y yo estoy de acuerdo. - Se acerca un poco a mi. - Algunos somos afortunados y no por eso debemos de abusar de nuestra posición. Hay que ayudar. - Asiento dándole la razón. - Saldré por un asunto personal.- Camina. - Y Addeline, - gira y planta su vista en mi. - si tienes algunas ideas para la empresa en general no dudes en decírmelas. Algunas pueden llegar a ser buenas y para el bien de muchos.
-Yo... sí, claro. - Tartamudeo un poco. - Que tenga buen día.
Agradece y se va.
- ¡Oh, chica! - Exclama Maggie y da vueltas en su silla. - Sin duda mereces este puesto.
Cohibida por sus palabras me sonrojo.
- Gracias, me esfuerzo cada día por mantenerlo. - Tomo asiento de nuevo y reviso los curriculums que tengo que enviar.
Después de eso sólo transcurren las horas y por fin puedo irme a casa.
Margaret y yo bajamos juntas, al parecer su auto está descompuesto, me ofrecí a llevarla pero se negó así que la acompaño a la salida de la empresa.
- Que des... - Un grito la interrumpe.
- ¡MAMI! - La voz de James me extraña.
A unos metros se encuentra Nathan apoyado en su auto, sostiene a nuestro hijo en brazos y camina hacia nosotras.
-¿Ese es el padre? - Pregunta la rubia. - No dijiste que fuera tan atractivo.
Antes de que la furia explote fuera de mi trato de tranquilizarme y no contestarle mal o hacer una escena afuera de mi lugar de trabajo. Cuando están lo suficiente cerca, ambos saludan a mi compañera y se presentan.
- Nathan.
- Margaret. - Ambos se estrechan las manos.
- ¡Hola pequeño! - Maggie alborota el cabello de James. - Tengo algo para ti. - Se aleja con él y en silencio le agradezco.
- ¿En que puesto... - Empieza el castaño y lo detengo.
- ¿¡Qué rayos haces aquí y con mi hijo!? - Hablo bajo, estoy tan cerca de él que nuestras respiraciones chocan.
- Tu madre...
- ¡Mierda! - Me llevo ambas manos a la cabeza.
Tengo que hablar con ella.
Inhalo y exhalo.
- Te lo preguntaré de nuevo. - Saco aire despacio. - ¿Qué quieres?
- No respondiste mis mensajes. - Responde tranquilo y metiendo las manos en los bolsillos de sus pantalones de vestir azul marino.
- Ya tengo un compromiso. - Camino hacia Maggie y James. - Y debiste de suponer eso cuando no lo hice.
Se pone enfrente de mi, lo observo con fastidio.
- Llega a las 21:00. - Revisa su reloj. - Y apenas son las 18:50.
- Mira tu no tienes porque saber eso, dos no vuelvas a aparecerte así en mi trabajo ni mucho menos si no le haz comentado nada a Amelia. - Su rostro cambia cuando menciono eso. - Tres y más importante, no puedes ir y pedirle a mi madre a James, eso lo tienes que consultar conmigo primero. - Golpeo su pecho con mi dedo índice. - Está claro. - Afirmo.
- Más que claro. - Pasa su mano por su cabello.
- Bien. - Sujeto mi abrigo. - ¡James!
Ambos se aproximan a nosotros y se despiden.
- ¿Entonces iremos con Nathan? - El pequeño ojiazul sostiene nuestras manos mientras trata de no pisar las grietas que hay en el piso.
- Sólo podemos ir a comer algo ligero recuerda que tenemos que ir por Alen.
Los tres nos detenemos en el estacionamiento para que pueda ir por el auto del moreno.
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"New Angel" | NH
Novela Juvenil| Segunda parte de "Small talk" | También se puede leer de forma independiente La historia entre Nathan y Addy continúa, sus caminos se encontrarán de nuevo después de 4 largos años y desde que uno no supiera del otro. ¿Será realmente un buen momen...