-Addy. -Dijo bajo.
- ¿Cómo sabes su nombre? - Amelia le pregunta, él sólo se dedica a observarme, seguro que no puede creer que yo esté ahí.
Frente a frente.
Por supuesto que no le contó sobre mi, ni siquiera fui su novia o conquista sólo una chica de una noche.
Aparta la mirada de mi.
- Me has hablado de ella tantas veces y lo acabas de gritar. - Ríe y rasca su nuca.
Ella lo piensa y asiente.
- Bien, él es mi novio. - Lo abraza.
- Nathan. -Dice su nombre y extiende su mano, Alen la toma.
-Alen. - Ambos se presentan, por momento esperaba que el alcohol hiciera su trabajo y que mi mente me estuviera haciendo una jugada.
- ¿Addy? - Escucho la voz del moreno.
- Tenemos que irnos. - Giro, ignoro que no le regrese el saludo. Termino de golpe mi cerveza. - Gracias Amelia por invitarnos. - Beso su mejilla y voy directo a la salida.
A fuera la brisa se siente helada, pero logra relajarme. Tomo una bocanada de aire, pero eso no ayuda del todo.
Mi cuerpo tiembla, no por el frío.
- ¿Vamos a mi apartamento? - Alen pone mi saco sobre mis hombros.
Asiento y le regalo una sonrisa.
En el trayecto, lo único que está en mi mente es su rostro y su voz pronunciando mi nombre.
- No debimos haber ido. - Le digo cuando estaciona el auto, recargo mi cabeza en la ventana.
- Hay que ir arriba. - Sale del auto y abre mi puerta. - Te prepare un café.
Al oírlo hago cara de desagrado, agarro mi bolsa y salgo. Subimos las escaleras del pequeño edificio, entramos a su departamento.
- Ve a cambiarte. - Sube las mangas de su camisa y va a la cocina.
Lo que más amo del lugar es su decoración vintage en tonos grises y su toca discos.
- ¿Puedo poner algo? - Hablo lo suficiente alto para que me escuche.
- Creí que te había mandado a algo.
Bufo y voy a su habitación.
Ciertamente aquí hay un par de cosas mías, entro al baño, me desmaquillo, lavo mi cara y me aplico un poco de crema, me despojo de mi ropa, me pongo un pants gris mío y una sudadera de él, roja que agarre antes.
Me siento y recargo mi espalda en la cabecera de la cama, le escribo a mi madre.
[Me quedare, nos vemos a las 9:00 am]
El aroma a café recién hecho llega a mis fosas nasales y el sonido de una melodía, sonrió, Alen puso "mirrorball" de Taylor Swift, el chico aparece en el umbral de la puerta.
- ¿A que hora te cambiaste? - Le pregunto y acepto la taza que me ofrece.
Traía un pants negro y una sudadera gris.
- Tardaste mucho en el baño. - Se sienta frente a mi. - Y al parecer tampoco tardaste en ponerte algo mío.
-Ya ves. - Tomo un sorbo, por supuesto que me demore, no paraba de hacerme preguntas y mi cabeza era un lío.
- ¿Addeline? - Acaricia mi pierna, y su voz suena preocupada.
Mis ojos vuelven a arder.
- Estoy asustada. - Las lágrimas se deslizan por mis mejillas. - Justo hoy debí de topármelo. - Una risa amarga sale de mis labios.
- Ven aquí. - Deja las tazas en el buro, me jala de los pies y me sienta es sus piernas. - ¿Vas a decírselo? - Su mano derecha sube y baja en mi espalda.
Recargo mi cabeza en el hueco de su cuello.
- Es su derecho.
- Y obligación. -Añade.
-Sí, y su obligación. - Pongo los ojos en blanco.
- A dormir. - Dice y besa mi frente.
- Estás muy mandón. - Acaricio su mejilla.
Lo observo dormir su brazo está en mi cintura, giro, mi vista puesta en el techo.
《No puedo creer que después de tanto tiempo
por fin encontré la razón que me trajo aquí. 》
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"New Angel" | NH
Ficção Adolescente| Segunda parte de "Small talk" | También se puede leer de forma independiente La historia entre Nathan y Addy continúa, sus caminos se encontrarán de nuevo después de 4 largos años y desde que uno no supiera del otro. ¿Será realmente un buen momen...