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Donde Danielle y Matthias sobrevivieron separados entre armas y regresan a Los Santos para ver a su padre pero con intenciones totalmente diferentes
Pero todo es mas complicado cuando una guarda tantos secretos, otro busca una gran venganza y...
Sentada en las escaleras del estacionamiento del CNI, solo la menor de las Evans y sus pensamientos agitados, el reloj platinado de su muñeca marcaba las 3:42 am, todo el sueño que tenía hace unas horas en la oficina se le había ido con la revelación de Abril
Con ojos llorosos y un nudo en la garganta llevaba el cigarrillo con la mano derecha temblorosa a su boca mientras veía su teléfono en su mano izquierda con la pantalla encendida y mostrando el contacto de J.C
Soltando el humo por sus labios entreabiertos presionó el símbolo verde de llamar, escuchando los primeros dos repiques, sabía que él no estaría durmiendo, otro repique sonó, sabía que él no dormía bien desde hace muchos años, un cuarto repique y la llamada fue aceptada
-¿Que sucede? ~ el tono que usaba era el que ella se espera a estas horas, muy ronco y quebrado, lo más probable es que estuviera bebiendo para calmar un poco sus demonios internos y poder conciliar algo de sueño, así sea por colapsar a punta de Whisky
-¿Qué estás haciendo? ~ y su vos tampoco se queda atrás, igual de ronca y quebrada, con la única diferencia de que ella no había ingerido alcohol, aunque realmente lo necesitara en estos momentos
-¿Tu qué crees?~ el sonido de la garganta del azabache al beber un trago se hizo presente en la llamada, confirmando lo que ya la pelirroja sabia.
Unos segundo de silencio entre ambos aparecieron, segundos donde ella toma valor para hacer la pregunta que iba a hacer... Ellos nunca hablaban de eso
-¿Los extrañas? ~ pregunto finalmente, una pregunta algo bacía pues creía saber la respuesta
-¿A qué viene eso? ~ pregunto casi un minuto después, incluso sonando más roto que antes, pues realmente no esperaba esa pregunta, no entendía porque hacerla y tampoco la quería responder - No quiero abrir el cajón de mierda ahora Michelle.~
-Para mí ellos no pertenecen al cajón de mierda.~ coincidían en eso, solo que él no quería hablar sobre el tema y pasado un lapso de silencio nuevamente se atrevió a hablar el
-¿Solo para eso llamaste? ~ ella dio otra profunda calada al cigarrillo, buscando que la nicotina llenara sus pulmones y le diera fuerzas para hacer lo que creía que era correcto hacer
-No... ~ fijó su mirada a su izquierda, donde el trozo de papel reposaba en el cemento de la escalera, releyendo por milésima vez los resultados "Probabilidad de paternidad: 99,3%"
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Y aunque lo leyera mil veces más todavía le costaba aceptarlo
-¿Y bien, Evans?~ apresuró pues solo quería beber e intentar dormir para no pensar más, no tener conversaciones dolorosas con ella
