Extra #3. Una pesadilla muy real

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(Dos semanas después de "Personas Útiles y Acusaciones", Los Santos)

Narrador Omnisciente

Las horas de servicio se hacían eternas ese día, al parecer la ciudad se había levantado con ganas de hacerse el gracioso. Los robos a tiendas eran continuos, los chivatazos por venta de droga en la playa también, alertas de disparos en distintas zonas y una persona que se estaba dedicando a llamar cada 5 minutos al teléfono central de la policía con falsos avisos de bombas en plaza central, en comisaria o en el Pier. Conway estaba hasta las pelotas de todos y se notaba más enojado que de costumbre

Los que pagaban los enfados del Superintendente eran sus empleados, gritaba por doquier y metía porrazos a la minina, ningún agente quería pasarse por comisaria o siquiera ir a una alerta con él pues sabían que les caería la de dios sin razón alguna. Abril también lo sabía y, a pesar de tener mejor relación con el azabache estos días, no se quería acercar a Conway hoy ni porque le pagasen

En su lugar ella iba en binomio con el comisario Rodríguez, con quien últimamente se empezaba a pasar muchas horas, más de las normales. Parecía que los habían pegado con pegatanque a los dos, no se separaban ni en los descansos, al salir de servicio salían juntos, algunas noches quedaban para pasar el rato charlando y casi siempre hablaban por teléfono hasta quedar dormidos, incluso paraban a desayunar juntos antes de entrar a servicio

Abril se escudaba diciendo que solo era una misión, vigilar de cerca al segundo comisario por las sospechas de asuntos internos sobre un topo en comisaria. Pero y tanto que lo vigilaba...

Para rematar el día el calor que los rodeaba dentro del Z era sofocante, habían tenido que parar a tomar un pequeño descanso de las alertas que no paraban de pitar y poder ir a comprarse un licuado helado, prender el aire acondicionado y mantener una conversación sin sentido y amena dentro del patrulla. O al menos eso es lo que cualquier otra persona pudiera pensar al verlos, pero la "pelinegra" estaba conociendo muy bien a Greco y podía notar que algo le pasaba al castaño

-¿Vas a decirme que te sucede, Barbas? - su pregunta cortó la anécdota sin importancia del comisario sobre unas detenciones que le habían parecido sub-realistas en la semana pasada

-¿De qué hablas? No me sucede nada - rebatió algo extrañado por la pregunta. Según él había estado actuando con normalidad, pero Abril se percataba que tras los pequeños momentos de silencio la cabeza del norteño iba a mil por hora, con mil pensamientos perturbándolo. Ella era bastante detallista

-Venga, hombre. Sé que te está pasando algo, anda suéltalo, sabes que puedes confiar en mi - le aseguro girando un poco su cuerpo en el asiento del copiloto para verle mejor

Greco tardo su tiempo en responder, primero soltando un resignado suspiro. Tal parece que a su compañera no se le escapaba nada, eso le gustaba. Imitó la postura de ella y dio un último trago a su malteada antes de colocar el envase en el posavasos y así poder apagar cámaras y micrófonos del Z, obteniendo un poco de privacidad

-Pude verlo ayer... fui a federal. - se limitó a decir, esperando que la pelirroja escondida entendiera de quien se tratase

-Ah - comprendió con aquellas dos simples frases el porqué de todo. Al castaño le había afectado bastante la detención de Lamar Jason, hace apenas un par de semanas de eso y él ya había intentado hablar con el chiquillo un par de veces, todas denegadas hasta el momento -¿Y qué tal? ¿Tuviste suerte?

-Está vez pudimos hablar un poco más... - se froto las manos en la cara dejando escapar toda la impotencia que sentía desde el día anterior -Lo vi muy mal, hablé con algunos agentes del lugar para preguntar cómo es posible que dejen que un chaval sea apaleado dentro de la instalación y su puta respuesta fue "No podemos vigilar a todos a la vez, somos seguridad no niñeros. Nuestro trabajo es que no se escapen y cumplan su condena"

~Danielle Conway~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora