Semana de Miedos 1/3

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Narrador omnisciente 

Miedo, es una emoción tan humana y básica como la respiración o la digestión, sin embargo, la capacidad de la ciencia para comprenderlo y describirlo por completo sigue siendo difícil de alcanzar. Y es que a pesar de que se han llevado a cabo cientos de estudios sobre cómo reacciona el cuerpo ante el miedo, todavía no hay forma de cuantificar el miedo en sí mismo.


Domingo 9:13pm

Sentada en la parte trasera de una van, con las manos atadas a su espalda, intentando inútilmente ver algo entre los pequeños huecos de la tela del saco que cubría su cabeza, esa oscuridad que causaba tanta ansiedad en la niñez, que te hacía sentir observada o en peligro, que hacia latir rápidamente tu corazón e inundaba tu cabeza de situaciones poco realistas en las que eras atacada por algún ser, era la misma oscuridad, solo que la amenaza en ese momento era mucho más real, palpable e indiscutible

Después de escuchar esa voz y sentir el cañón de un arma apuntándole directamente la piel, fue levantada, amordazada, privada de la vista y atada por tres individuos, que le decían que si cooperaba cabía la posibilidad de que saliera con vida de esa

La van se escabullía entre los más recónditos callejones y salidas hasta llegar a estacionarse bajo un puente en los desagües de la ciudad, siendo las grandes paredes inclinadas de las alcantarillas y los canales de agua su escondite temporal, la nueva dirección la tendría que dar el jefe mayor

Para eso Nadando bajo del piloto de la furgoneta y camino unos metros en búsqueda de algo más de privacidad para hacer una llamada, dejando a dos de los altos miembros de la mafia al cuidado de la secuestrada

El saco fue quitado de ella dejando que tuviera visión, bajo la poca luz del lugar, de un sujeto con rastas rubias viéndola fijamente, su rostro solo tapado por una pañoleta negra y unos lentes, los cuales fueron quitados por el mismo de manera coqueta

-Pero mira que preciosa eres, ¿A que es bonita, no, chino? - le pregunto al otro hombre que Abril podía reconocer como el de la voz asiática, estaba sentado en una esquina de la van comenzando a fumar un cigarro sin prestarle mucha atención al contrario, soltando un "meh" como única respuesta

La "pelinegra" los fulminaba con la mirada mientras intentaba memorizar lo más que pudiera de su apariencia física y rasgos

-Una lástima que seas poli - volvió a hablar inclinando la cabeza juguetonamente y atrapando el mentón de la menor entre sus dedos para hacer que lo viera a él -No se por quién llorabas en el parque, pero no te merece. - dijo trasladando su dedo pulgar hasta el labio inferior de ella, dejando una pequeña caricia antes de que la "italiana" girara bruscamente la cabeza para apartarse

El solo rió y echó hacia atrás sentándose en el piso del vehículo de manera confiada. Así pasaron unos minutos hasta que las puertas traseras de la van fueron abiertas dejando ver a un hombre vestido totalmente de negro con un sobrero de pescador

Éste se estiro dentro de la cabina hasta poder darle un pequeño golpe en la cabeza al de rastas, que se devoraba con la mirada a la menor mientras ella veía todo con desconfianza y miedo

-Ten un poco de decencia, joder. - regaño con una voz demasiado suave y calmada para ser la de un mafioso -Si quieres follar ve a un antro, ésto es mercancía

-Yo no veo el problema, de todos modos la van a matar ¿no? - afirmó maliciosamente solo para ver la reacción de ella, notando en sus ojos el destello de temor que tanto disfrutaba ver en los demás -Sería una pena dejarla ir así

~Danielle Conway~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora