Capítulo 2

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Capítulo 2

Hacía un día precioso y soleado. Perfecto para salir de paseo por el bosque.

Víctoriano salió de la casa y respiró ese aire puro que le gustaba tanto... Por eso nunca quiso mudarse a la ciudad y menos ceder a los intentos de Deborah...

La vida en el campo la disfrutaba mucho... Era algo así como su hábitat...

Mac: patrón, la camioneta está lista...
Vic: gracias Macario...
Jac: también la cesta que nos pidió preparar la señora Inesita...
Vic: déjenla en la camioneta... Gracias...

El patrón se dio media vuelta para ver si su esposa y sus nietas ya salían, pero no...

Ya estaba acostumbrado... Siempre rodeado de viejas, como él decía...

Unos minutos más tarde las escuchó reír y aparecer de lo más contentas...

Vic: ¡por fin!! (Alzando los brazos)
Sabi: ¡abuelito! (Corriendo hacia él)
Vic: mi vida...
Inés: ¿estás listo...?
Vic: las estaba esperando a ustedes... Vamos... (Abriendo la puerta trasera para las niñas)

Escoltó a su esposa y le ofreció una mano, eso sí le robó un beso cuando ya estaba sentada.

Sabi: ¿y es muy grande tu Hacienda, abuelo??
Vic: muy pero muy grande... (Tomando una mano de Inés y entrelazando sus dedos con los de ella)
MJ: ¿algún día puedo invitar a mi amigo Iván?
Inés: por supuesto que sí...
Vic: ¿el hijo de Elías...?
Inés: sí y de la licenciada...

Vic: ¿qué pasa ahí atrás, niñas...? (Al oírlas discutir)
Sabi: es que en realidad, Iván y Marijó son...
MJ: ¡Sabi!
Vic: ¿son qué...?
Inés: mi amor, son cosas de niñas... (Con su mano libre le tocó el brazo) ¿te acuerdas cómo se molestaban Diana, Casandra y Connie?
Vic: esas 3 fueron tremendas... Y lo siguen siendo, ¿eh? (Riendo y haciendo reír también a su mujer)

Sabi: ¿a dónde vamos a ir?
Inés: a conocer la hacienda...
Vic: pero cuando quieran bajarse me dicen...

A las niñas les llamó la atención la zona aledaña al río, por eso Victoriano aparcó bajo un árbol y se bajaron.

Y mientras ellas buscaban piedras para lanzarlas al agua, Inés se vio abrazada por su esposo...

Inés: mmm... (Abrazándose a sus brazos)
Vic: hace mucho que no veníamos por aquí...
Inés: sí...
Vic: ahora que tenemos menos preocupaciones, podemos venir a diario...
Inés: tenemos tantas cosas por hacer, Victoriano...
Vic: sí a todo lo que quieras, mi morenita... Me siento cada día más enamorado de ti...
Inés: y yo te amo cada día más... ¿No te parece increíble que estamos así...?
Vic: pese a todo lo que pasó entre nosotros, mantuve siempre una esperanza...

Él buscó su boca y la besó... Deseando poder estar a solas con ella en ese momento...

Sabi: abuelito, ¿tú sabes lanzar piedras y que salten en el agua...?
Vic: pero claro que sí... Voy a enseñarles cómo...

Inés sonrió mientras los veía, recordando en que eso también se lo había enseñado a sus hijas... Era un excelente padre y ahora lo estaba haciendo bien como abuelo...

Rio cuando sus nietas se metieron al agua con todo y ropa, e intentaban mojar a Victoriano, pero él corrió hasta un lugar seguro, junto a Inés... Sobre la manta tendida en el suelo...

Inés: las veo e intento buscar algo de Alejandro en ellas...
Vic: lo tienen... Nuestro hijo es un hombre excepcional... Y sigo arrepentido por haberlo juzgado tan mal...
Inés: fueron las mentiras de Deborah...
Vic: no hablemos de ella... Está muerta y enterrada.

Y como estaba sentado frente a ella, le acarició el mentón y se acercó para cubrirle los labios...

Era como si no perdiera oportunidad para besarla...


>> De vuelta a "Las Dianas", las niñas subieron directo a bañarse.

Victoriano siguió al despacho y poco rato después Inés entró con un café para él...

Vic: gracias, morenita...
Inés: a nuestras nietas les gustó mucho el paseo...
Vic: siempre que quieran... Ven... Ven aquí mi vida... Siempre del otro lado del escritorio cuando te he querido tener aquí conmigo...
Inés: Victoriano...

Ella permitió que la sentara en sus piernas... Y después que la besara...

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