Capítulo 8

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Capítulo 8

Aquello era nuevo... Porque Victoriano únicamente confiaba en ella para todo ese tipo de eventos...

Emi: lo de siempre... Quiere toda la atención de mi mamá para él...
Con: yo lo entiendo... Mantuvo más de 30 años las distancias con ella... ¿Nunca sospechaste nada...?
Emi: en innumerables ocasiones... Esa forma en que confiaban ciegamente el uno en el otro... Incluso muchas veces se mostraron celosos del otro... Siempre fue muy rara la relación que tenían, pero ya todos descubrimos la razón...

Con: se amaban... Bueno, se siguen amando...

-Despacho-

Con los folletos de los lugares que visitarían sobre el escritorio, Victoriano esperaba la reacción de su esposa...

¿Era eso lo urgente que quería hablar con ella? Pensó Inés... Por eso, solo pudo esbozar una sonrisa...

Vic: ¿qué te parece...?
Inés: no puedo esperar a estar allá... Pero te confieso que me da algo de tristeza dejar la Hacienda... Nuestros hijos, nuestras nietas...
Vic: ¿acaso no quieres estar a solas conmigo...?

Ella se puso en pie y buscó los brazos de su marido... Lo besó en los labios también...

Inés: sabes que me encanta estar contigo...
Vic: ¿mucho...?
Inés: muchísimo...
Vic: estaremos varias semanas fuera... (Moviendo sus manos por la espalda de ella) Y tú serás únicamente mía...
Inés: siempre lo soy...
Vic: allá no tendré que compartirte con nadie...

Los dos sonrieron mientras se acercaban y sus bocas se encontraban...

Él la apoyó en el borde del escritorio y se les hizo más fácil abrazarse y besarse por largo rato...

Inés le acariciaba las sienes y él la seguía besando cuando escucharon voces en la sala.

Vic: ¿Alejandro...?
Inés: sí, es su voz...

Acomodarse un poco la ropa que se les estrujó con el abrazo, Victoriano sacó su pañuelo, pero fue Inés quien le limpió el rastro del lápiz labial en la boca.

Efectivamente, eran Alejandro y sus 2 hijas. Discutiendo con la mayor...

Vic: ¿qué pasa...?
Sabi: ¡abuelito! ¡Abuelita!!
Inés: hola mi vida...

La pequeñita abrazaba a sus abuelos, mientras Marijó caminó hacia ellos.

MJ: mi papá no quiere darme permiso para salir con Iván.
Ale: quejándote con mis papás no conseguirás nada, niña.
MJ: no soy una niña.
Vic: calma. Nada se soluciona gritando... Ni discutiendo...

Inés volteó a mirar a su marido, ¿En serio había dicho aquello??

¿Sería cierto que como padre se era uno y como abuelo otro muy distinto?? Pues el matrimonio Santos estaría por salir de la duda...

MJ: abuelo, dile a mi papá que me dé permiso...
Vic: Alejandro debe tener una razón de peso para no dártelo, Marijó...
Ale: claro que la tengo, papá...

Inés: hijo, ¿por qué no dejas a las niñas hasta la noche...? Nosotros las llevamos a tu casa...
Ale: ustedes tienen muchas cosas que hacer, vine para entregarle unas medicinas a Emiliano...
Vic: permite que se queden, Alejandro...
Sabi: mi abuelito va a enseñarme a montar, papi...
Inés: y yo podré hablar un rato con Marijó...

Por la noche, Inés y Victoriano volvían de dejar a sus nietas como habían prometido.

Vic: creí que esto de tener nietos sería más fácil... Pero es casi que como tener hijos...
Inés: pronto serán 4... Tú querías muchos nietos, mi amor... (Con una mano de él entre las suyas)
Vic: y los sigo queriendo, morenita... (Besándole una de sus manos) Pero que sus padres resuelvan con ellos sus problemas... Nosotros ya pasamos por eso con nuestros propios hijos...

Inés subió a la recámara varios minutos después de su marido, ya él se había acostado.

Vic: ¿por qué tardaste, mi amor...?
Inés: dejaba todo listo para mañana... Victoriano, la fiesta va.

Vic: claro que va...

Inés: Así ganes o pierdas la carrera.
Vic: no pienso perder...
Inés: es que no puedes hacer lo mismo de la vez pasada.
Vic: no me gusta perder y lo sabes...
Inés: creí que ya habías aprendido la lección... No siempre se gana en la vida...
Vic: pero sí se puede ganar lo que uno más quiere... Si lo deseas con todo tu corazón... Como yo te deseé toda mi vida...

Y en ese momento la palabra deseo no era sólo en el sentido físico, sino en todos los aspectos en los que un hombre puede llegar a querer a una mujer...

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