Lo Mejor

Capítulo 4

Capítulo 4

Ya estaban en la habitación preparada para los recién llegados y casados.

Inés: te ayudo a desempacar la maleta de mi hijo...
Con: no nana... Esa es tarea mía... Emiliano ya es mi esposo... Tú siéntate y contéstame lo que te pregunté...
Inés: Connie, ¿qué es lo que quieres que te cuente...?
Con: somos mujeres adultas... Es más, es una plática que madre e hija pueden tener... ¿Cuál es el problema...?

La joven parlanchina siguió hablando, mientras Inés se sentaba en el borde de la cama.

Ésta última no le prestaba atención, porque sus recuerdos se remontaron a su noche de bodas.


>>>>>>>>>>>>>>>> FLASHBACK <<<<<<<<<<<<<<<<

Varias semanas atrás...

Una noche que prometía ser maravillosa, por todo el amor que sentían, el deseo retenido por años y la añoranza de volver a disfrutar del otro en la intimidad...

Pero eso no disipaba los nervios de Inés... Muy normal para ella que hace tantos años había vivido una experiencia de ese tipo...

El camisón cayó a sus pies, Inés respiró hondo y se abrazó a él...

Y no fue que Victoriano le dio mucho tiempo, pues le rodeó la cintura y enterró el rostro en su cuello cubierto por el cabello negro...

Acariciándole con sus manos la espalda...

Las manos bastante nerviosas de Inés le desabotonaron la camisa de pijama... La echó hacia atrás mientras su esposo le olía el pelo... Y miraba para abajo, la desnudez de su cuerpo...

Abrazados y besándose, fue Victoriano quien apartó el dosel de la cama y cayeron lentamente sobre el colchón...

Sábanas de seda que parecían estar esperándolos ansiosos... Tal y como ellos estaban, al menos él...

La inseguridad atacó a Inés apenas sintió el cuerpo masculino sobre el suyo...

Y no tardó nada en que Victoriano la notara algo aprensiva...

Vic: ¿qué pasa morenita...? (Apoyándose en uno de sus brazos)

Inés: nada... No pasa nada...

Victoriano se hizo a un lado y se sentó... Apartó un poco la cobija y cubrió la desnudez de la mujer que tenía en frente... Su esposa...

Vic: dímelo...

Un hombre apasionado como solo él era y en su noche de bodas, ¿Haciendo eso?? Indudablemente tenía que amarla...

Porque la propia Inés lo sabía... Con Diana María había sido cariño, con Deborah pura lujuria, mientras que con ella era la conjugación perfecta del amor y el deseo...

Inés: ya lo sabes... Hace mucho que yo... Que tú y yo...

Vic: no voy a hacerte daño... Piensa en nuestra primera vez... Recuerda esa noche...

Inés: nunca la he olvidado... La he atesorado todo este tiempo...

Ella también se había sentado, con una sábana cubriéndole hasta los senos.

Vic: yo también, morenita... Yo también... (Acercándose a besarle la boca)

Inés: ya no soy la misma...

Vic: y yo tampoco... Hemos cambiado... Pero nuestro amor no... Sigue intacto...

Sus dedos subieron por uno de los brazos de Inés... La palma le cubrió el hombro y luego el cuello...

Inés: sí... (Llevando una mano sobre la de él)

Vic: y yo te deseo como jamás pude desear a ninguna mujer...