Cap 10 (Llegada A Japón)

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Con un vuelo de al rededor de 12 horas, Megumi al fin conoció lo que era el infierno, nunca en su vida se había subido a un avión y esperaba que esta fuera la primera y última vez.

Además de que los vuelos a Japón eran tan limitados que tanto Megumi y sus abuelos tubieron que sentarse en asientos separados, y ya que el compañero de asiento de Megumi era una señora de cabello negro y ojos color avellana.

No quería causarle molestias con su notable nerviosismo y su tremendas ganas de vomitar.

-Pequeña te encuentras bien

-No es nada grave realmente señora, por favor siga con sus asuntos.

-¡Que va! Sos igual de terca que mi hijo, ven trae tu mano.

-¡Eh!, pero yo..

-Calma tu respiración , inhala y exhala conmigo.

Megumi hizo caso a sus palabras, mientras la señora daba pequeñas palmaditas en su espalda y mágicamente después de hacerlo dicho, sus ganas de vomitar disminuyeron y se sentía mucho más aliviada.

-Muchas gracias, ya me siento mejor

-No fue nada, es solo que te pusiste nerviosa dime ¿Es tu primera vez viajando en avión?

-Si, en realidad viejo con mis abuelos.

-¡Eh! Pero porque estas sola

-Los asientos libres eran muy pocos y no queríamos esperar el próximo vuelo

-Ya veo, es sorprendente

-¿Qué cosa?

-Bueno es que eres muy madura para tu edad, ya que si mi hijo menor fuera solo estaría llorando a moco tendido, fue por eso que lo envié con mi esposo. Y yo tome el siguiente vuelo, una vez llegue, estoy segura que correrá a mis brazos, es toda una monada, pero no quiero que sea tan dependiente a mi.

-Es comprensible señora, usted es muy amable y dulce

-¡Oh!, pero que linda eres, tengo un hijo mayor te gustaría conocerlo. Estoy segura que cuando crezcan serían una linda pareja.

-Jajajaj, pero que ocurrente es usted.
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Los horas pasaron y la charla con la señora Tailor continuó, tan solo hablando de cosas triviales y cotidianas para matar el tiempo.

Cómo el hecho de que ella era una doctora, su esposo trabajaba en finanzas en una compañía y tenían dos hijos. Una familia realmente feliz y cotidiana que habían hecho un viaje a Inglaterra, para visitar a unos parientes lejanos.

Al bajar del avión, se volvió a reencontrar con sus abuelos, al ir por sus equipaje volvió a encontrarse con la señora Tailor.

Ella la saludo tan animadamente, que no pudo resistir de responder de la misma forma, llamando así la atención tanto de sus abuelos como del esposo y del hijo de la señora Tailor.

Poco después quedaron de acuerdo en que la familia de la señora Tailor los llevarían, ya que compartían el mismo destino, ambos debían llegar a kyushu.

Isla caracterizada por su belleza natural.

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Unos doritos después
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Habían llegado a su confortable hogar, con la sorpresa de que la señora Tailor era su vecina. Después de recibir una cálida bienvenida por parte de los vecinos y lugareños, procedieron a desempacar.

Sus abuelos estaban mudandose a kyushu por el atractivo turístico, además de que sería un excelente lugar para descansar después de la jubilación de su abuelo.

Su abuelo Kenta Kitamura era el director de la NPA, dejando el cargo y así el puesto vacante a su hijo Koreyoshi Kitamura. El cual lo relegó en el cargo.
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Después de procesar la nueva información Megumi, entendió que había dado a parar en una respetable y prestigiosa familia.

Salió con el pretexto de conocer la zona, topándose con la señora Tailor en el camino, la cual la invitó a su casa.

Al entrar pudo apreciar el bello jardín, además del la exquisita estructura de la casa, lo cual era de resaltar para ella, ya que nunca pudo tener tales lujos en su anterior vida.

-Ya llegue, ¿Quién es mamá?

-¡Oh! Lind bienvenido cariño, terminaste de atender la posada.

Solo asintió y siguió observando a la invitada, para el no era algo extraño que su madre trajera visitas, pero la apariencia de la niña era tan risueña, el cabello rubio y rizado, piel pálida y ojos azul cielo con unas pestañas largas y risadas, como si hubiera salido de un cuento de hadas.

-Ella es Megumi y desde hoy será nuestra vecina. Megumi el es Lind mi hijo mayor.

-Un gusto Lind

-El placer es mío-dijo algo distraído, ya que aún estaba en su mundo de ensoñación.

Continuara

En el próximo capítulo, las sorpresas se avecinan, próximamente la competición nacional de tenis.

Reencarnando en Death Note Donde viven las historias. Descúbrelo ahora